Dolores Dabat, y su oficio de maestra

Agustina Mosso

Resumen

El presente escrito estudia la experiencia de una maestra cuyas lecturas no se constituyeron sólo en aquellas que le servían para informarse e instruirse, sino que además fueron aquellas con las que se valió al escribir y publicar para sus colegas docentes. Analiza el modo en que muchas de esas lecturas forman parte de traducciones que llegan a las manos de la educacionista porque su formación en el magisterio ponderaba obras representadas en el idioma naciona, pero que originariamente eran extranjeras. Intenta a su vez observar detenidamente el sentido dado a esas lecturas e indagar luego en las prácticas de escritura de una maestra argentina, Dolores Dabat, preocupada por la educación de su provincia, de su nación.

 

Palabras claves: Maestra- Escritura- Docencia- Traducciones.

Dolores Dabat, and the teacher´s job

Abstract

The present paper studies the experience of a teacher and her readings. The ones he used to learn and those to write for his fellow teachers. We will see how many of the readings are translations that come to the hands of the teacher because her training in the teaching considered works of the national language. And we will investigate the practices of a teacher concerned about the education of her country, Argentina.

 

Key words: Teacher- Writing- Teaching- Translations.

Acercamiento a la historia de vida de Dolores Dabat desde un archivo

Encontrarnos con una amplia documentación facilitada desde la dirección de la Escuela de Ciencias de la Educación, de la Facultad de Humanidades y Artes (Universidad Nacional de Rosario, en adelante UNR), poco explorada, nos motivó a poner en consideración una publicación específica de Dolores Dabat y buscar indicios sobre su vida. Previo a adentrarnos en dicho material, creemos oportuno relatar el modo en que obtuvimos el legajo a analizar. En la institución que nos proporciona la obra, en el año 2010, comienza a funcionar la Biblioteca “Profesor Mario López Dabat” al cumplirse los 30 años del fallecimiento de dicha personalidad y siendo sus descendientes los encargados de conceder la biblioteca pedagógica del docente. Mario López Dabat fue sobrino de la reconocida maestra de principios de siglo XX de la ciudad de Rosario, y formó parte de una familia de educadores que en dicha urbe trabajó por el desarrollo de la educación vinculada a un sentido político, preocupada por la formación de maestros normales. Mario López Dabat fue profesor del departamento de formación docente de la entonces Facultad de Filosofía y Letras, en la materia política educacional, perteneciente a la UNR. Como decíamos, recibidos en concepto de donación por familiares los libros, fueron convocados desde la arriba mencionada Escuela de Ciencias de la Educación un grupo de profesoras de la carrera para iniciar el trabajo de sistematización del material (2008- 2010). Dicho patrimonio cultural refleja un segmento de la historia de la educación pública rosarina que, en adelante, dará a conocer algunos resultados referentes a una pesquisa efectuada con parte de su acervo documental.

Una vez involucrados en la lectura de los textos del archivo observamos que Lorenzo Luzuriaga es la personalidad que le otorga mayor relevancia a las traducciones presentes en el Fondo Bibliográfico estudiado. Reconocido traductor de escritos sobre el escolanovismo, el español Luzuriaga realizará importantes aportes en revistas (la Revista de Pedagogía, por ejemplo, fundada por él en el año 1922) y periódicos, como así también textos pedagógicos publicados por la editorial Losada, de lectura corriente para los docentes de la época. Allí ubicamos un libro que recobra interés al vincularse con los postulados que defendía la corriente educativa de la escuela activa. Podemos suponer que su autora, Dolores Dabat, leía las traducciones de Luzuriaga y hacía uso de las mismas para la elaboración de sus escritos. El libro se titula “La instrucción primaria de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes”. Su autora lo publica en el año 1930 con la imprenta de la Universidad Nacional del Litoral (UNL-Santa Fe). Pese a no ser una traducción, el libro indica encontrarse guiado por lecturas que quien lo escribe realiza sobre escritos pertenecientes al extranjero pero cuya versión ella lee en el idioma castellano. Aquí comenzamos a preguntarnos sobre las obras que, en el período, llegaban desde Europa y debían ser traducidas a la lengua castellana. Tomamos los escritos de Beatriz Sarlo para pensar en la imposibilidad de la traducción lingüística; “es inadmisible la traducción completa entre culturas”. (Sarlo 2017:73) Y comprendemos así el trabajo de traducción/traslado de los textos que leía Dabat, procedentes ya no de versiones originales, para elaborar desde allí sus producciones escritas. Pensamos con Sarlo (2017) a Dabat escritora intérprete más que traductora. Sin embargo distinguimos su condición de escritora.

Otro caso sugerente aquí son las obras de Michel Foucault, Michel de Certeau y Louis Marin cuando enuncian una pregunta fundamental: “¿Cómo pensar las relaciones que mantienen las producciones discursivas y las prácticas sociales?” (Chartier 1996:7). Estos escritos nos ayudan a reflexionar sobre la existencia del conflicto acompañando al acto de traducir. El malentendido es una de las representaciones más explícitas y podemos pensarlo en el libro de Dabat, que adelante estudiaremos en su interior, cuando afirma considerar los aportes pedagógicos extranjeros pero siempre desde su mirada rioplatense. Dolores Dabat (1 de julio de 1889, Paraná-Entre Ríos. 19 de febrero de 1940, Rosario-Santa Fe) fue discípula de Martín Herrera, primer director de la Escuela Normal Nº2 de la ciudad de Rosario. Ambos maestros, formados en la ciudad entrerriana de Paraná, fueron promotores de la educación común oficial y la enseñanza normal que venía a instalarse a Argentina en las primeras décadas del siglo XX. También acompañará a Dolores su hermana, la pedagoga Bernardina Dabat de López Elitchery. Ella estará a cargo de dictar el curso de formación literaria en la Escuela Normal Nº2 rosarina, organizado por la Asociación de Ex-alumnas a partir de 1930.

Conocido dentro de los estudios sobre educación argentina, y principalmente santafesina, es que Dolores Dabat ocupó la dirección del Normal 2 de la ciudad de Rosario desde 1924 hasta su muerte, en 1940. “En este período el establecimiento se convirtió en un laboratorio de aplicación de las novedosas tendencias pedagógicas llegadas de Europa” (Laurino 2017: 33). Ubicada en la intersección de las calles Córdoba y Balcarce, la escuela instaurará con la dirección de Dabat numerosas agrupaciones renovadoras.

Una de ellas será la Asociación “Ana María Benito” (de alumnos y alumnas que estudiaron en la institución), como así también los profesorados de Música y Dibujo y la Revista Quid Novi? Estas propuestas fueron ejemplos de iniciativas llevadas adelante por Dolores Dabat, de ligar educación con los ideales modernos de la belleza localizada detrás de expresiones culturales, musicales y artísticas. Ella se preocupó por difuminar desde la vida escolar cotidiana un profuso cuidado sobre los aspectos estéticos. La maestra, además de oficiar como tal y ocupar cargos de gestión educativa, pronunció conferencias y escribió prosa, poesía y libros pedagógicos (como el estudiado aquí).

Volviendo a su compendio “La instrucción primaria…”, cabe ubicarlo en el año de su edición. En 1930 el país atravesaba un periodo en el cual grandes modificaciones en su régimen institucional daban apertura al derrocamiento de Irigoyen y la instauración del primer gobierno de facto, en manos de Uriburu. En su ensayo, justamente publicado en 1930, Dabat desplegó resoluciones de su autoría acerca de la problemática educacional del momento. Ella era una personalidad reconocida en la esfera de la literatura, la música y la política rosarinas. Directores de museos y clubes le dieron amplio reconocimiento en el ambiente sociocultural de Rosario y con su Normal apostó a la educación pública, democrática y laica. Allí puso en práctica muchos de los ideales del escolanovismo al igual que otras experiencias llevadas adelante en la provincia, como la de las hermanas Olga y Leticia Cossettini, impartiendo legados culturales a todos los niños y las niñas de sus escuelas. Al mismo tiempo, Dabat logró que su escuela se encuentre “firmemente comprometida con la realidad que la circundaba…” (Scalona y Laurino 2017:91)

Esta maestra además fue una de las primeras mujeres ligadas a la educación que se insertó en los espacios de la escritura, dando a conocer trabajos de corte pedagógico/didáctico. Si seguimos los escritos de Paula Caldo (2018) podemos pensar a Dabat junto a otras dos maestras conocidas del ámbito educativo; Herminia Brumana (1897- 1954) y Olga Cossettini (1898-1987). Fueron ellas mujeres operarias de la cultura; trabajaron, percibieron un salario, fueron maestras y además escribieron por y para sus alumnos, colegas (Fiorucci y Rodríguez, 2018:12) y también para públicos más amplios. Las tres, a diferencia de otras cronistas de memorias, redactoras de diarios de viaje o novelas, escribieron y publicaron libros prescriptivos con los cuales asumieron un posicionamiento social, político y teórico, como así también intentaron transformar la realidad que las rodeaba. Como decíamos al mencionar rasgos de la vida de Dabat, ella frecuentó círculos culturales, en divergencia con los de Brumana (más vinculados al ámbito político) y los de Cossettini, pedagógicos.

Pero queremos en adelante analizar en profundidad el libro de Dabat ya citado (del Fondo Bibliográfico descrito) y la revista que se emitía desde su escuela. Bien sabido es que con la sanción de la ley 1420 en 1884 y la creación del Consejo Nacional de Educación, se establece que los textos a utilizar en las escuelas debían ser seleccionados en un concurso realizado por éste. Como señala Clara Brafman (1996), el primer concurso de textos se realizó en 1887 y allí la mayoría de los libros presentados eran traducciones del francés, inglés e italiano. Este ejemplar presenta ciertas particularidades en relación a otros, las que observaremos a continuación junto al modo en que trascendió, sin olvidarnos del vínculo que contrajo Dolores Dabat con la revista.

Un libro y una revista expresan las aspiraciones y las ideas de la maestra

Interesa estudiar el libro “La instrucción primaria en Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes” de Dolores Dabat  porque forma parte de aquellos que, si bien no ingresaban a los salones de clases, eran elaborados por docentes en el ejercicio del magisterio con motivo de informar a los maestros acerca de métodos pedagógicos recomendados a modo de reforma de la instrucción pública. En la Noticia Preliminar del compendio, firmada por Juan Álvarez, figura emblemática de la ciudad de Rosario y quien vivía por aquél entonces el “momento cumbre de su carrera judicial, académica e intelectual” (Glück, 2009:131), leemos: “Aceptemos en buena hora la experiencia ajena siguiendo de cerca cuanto se piense o haga; más no desdeñemos nuestra propia experiencia, absortos siempre en la última reforma o en el último libro que llegará por el correo de Europa” (Dabat, 1930:7). De este modo, el volumen presenta un esbozo de la situación escolar actual de las provincias en las que posee institutos la UNL. En dicha nota introductoria se anticipa un siguiente volumen con explicaciones acerca de planes de reforma llegados del extranjero, y tomos que completarían informaciones dando a conocer proyectos argentinos relativos a mejoras en la instrucción primaria. Cierra la presentación Álvarez agradeciendo a la maestra, considerada por él persona indicada para la escritura del libro y autora propicia para dirigirse a sus colegas, con motivo de informar sobre el estado de la instrucción primaria. El libro termina diciendo: “Conviene que el maestro correcto sin afectación, hable el español de nuestro mundo culto, para que el niño reciba de sus labios un modelo de habla, acaso el único que oirá durante el día…” (Dabat, 1930:103).

La instrucción primaria en Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes” fue instrumento didáctico y pedagógico, obra que venía a informar acerca del estado de la educación a los docentes, y pretendía promover la transmisión de nuevos conocimientos, replanteándose diversas prácticas de lectura llegadas desde el extranjero, junto a sus propuestas pedagógicas. A las tres nociones que para Chartier (1996) permitieron renovar la reflexión de las ciencias humanas y sociales: el discurso, la práctica y la representación, aquí agregaríamos “interpretación”. Y localizaríamos argumentos sobre ello al pensar en el modo en que los lectores encuentran las maneras de transgredir lo establecido y generar desconcierto; “la forma en que logran crear autonomía lectora y construir su propia entrada a los textos soslayando los modos de leer establecidos y legitimados por las creencias sociales o la cultura escolar.” (Sardi, 2010:167).La maestra Dolores Dabat puso en práctica este postulado.

Dolores, escritora de ensayos de índole educativa, profesora de ciencias y letras, lectora de pedagogos norteamericanos y europeos, llevó adelante una escuela como espacio ideal para inculcar valores democráticos, creyendo en la educación como dadora de cultura y en la belleza como dimensión inseparable del acto de educar. No obstante, y además, con su libro dio a conocer un discurso prudente de las nuevas ideas pedagógicas que podrían llegar desde el extranjero a imponerse en nuestro país; ella (en el escrito) solicitará de las autoridades educativas de su época cautela sobre los nuevos planes de estudio, que a su entender deben ser analizados sobre la base de muchos años de experiencia en el magisterio nacional.

“Más allá del imperativo homogeneizador en la escuela, también existieron prácticas de lectura que proponían una mirada distinta a la oficial, espacios de quiebre, disenso y ruptura respecto del discurso hegemónico”. (Sardi, 2010:67) Históricamente, el manual o texto escolar fue un libro creado para el docente, “para que éste siguiera capítulo a capítulo el desarrollo de los contenidos y organizara su clase a partir de él, respetando lo instituido desde las políticas educativas” (Fernández Reiris, 2004 en Sardi 2010: 69) y llevando a cabo su práctica docente de manera autónoma. Podemos considerar el libro de Dabat como un manifiesto que desplegó a los maestros métodos, indicaciones y recomendaciones que llegaban desde el exterior del país junto a su adaptación a la realidad argentina. Las lecturas que realiza Dabat cuando hace referencia a experiencias europeas, por ejemplo, provienen todas de traducciones al español sobre los originales, que ella carga de apreciaciones personales. No hay indicios sobre lecturas efectuadas por la maestra en la lengua primitiva; ella elabora un escrito que contextualiza y adapta a su realidad regional y, según sus valoraciones, presenta orientaciones que le llegan del extranjero y los modos que considera adecuados de adaptarlas al escenario argentino. Será Dolores entonces escritora intérprete de textos pedagógicos extranjeros, obras que lejos de traducir lee, analiza, comenta pero además versiona.

De la misma forma, y en el rastreo por otros escritos suyos (en este caso bajo la dirección de Dolores Dabat) nos encontramos con la revista Qvid Novi?, publicada durante el período 1932-1934 (en total seis números), perteneciente a la Asociación de Ex Alumnas y Padres de la Escuela Normal Nº2, de Rosario.

La publicación, anunciada como de “pedagogía, literatura, ciencia y arte”, ofrecía escritos de intelectuales y pedagogos de la época, así como dibujos y grabados de artistas gráficos locales. De la misma forma, Quid Novi? exhibía una cuidada estética de corte modernista y una calidad de impresión en colores, destacada entre las producciones de la época. Sus portadas poseían ilustraciones que variaban a lo largo de sus ediciones (en algunos números observamos figuras referentes a animales, en otras a libros, y si nos adentramos en los artículos leemos que los temas a desarrollar iban acompañados de ilustraciones, fotografías, dibujos que se entreveraban con el contenido textual de cada apartado). Resaltar la característica ornamental de la publicación resulta tan interesante como detenerse a reconocer el contenido publicitario que ubicamos en su interior; la mayoría de las páginas de las ediciones de Qvid Novi? iban acompañadas de anuncios comerciales variados, muchos de los cuales expresaban los vínculos entre los directores del periódico e instituciones referentes a sectores económicos acordes a sus pensamientos.

Fernández y Welti (2016) estudian a la revista en tanto objeto poseedor de una “materialidad y visualidad propias” (Artundo, 2008: 10), en el que se perciben las marcas reconocibles de un proyecto intelectual potente y capaz de articular ideas e iniciativas provenientes del movimiento pedagógico escolanovista, con transformaciones modernizadoras de la cultura y el arte de la ciudad de Rosario. Adentrándonos en sus impresiones, más precisamente en la edición del mes de abril de 1932, Dolores Dabat escribe un artículo que titula El Aguaribay. Schinus Molle- Linneo.

Allí describe a este árbol y habla sobre su aspecto externo, sus caracteres botánicos y lo caracteriza como legendario. En este último apartado se dedica a comentar sobre las historias que existen acerca de la planta y, finalmente, habla de su nomenclatura. Posteriormente, Dabat se adentra en la etimología del término y explica las interpretaciones ulteriores a la lectura de los diccionarios latinoamericanos que consulta. Pasadas diez glosas de la revista, nos encontramos nuevamente con un escrito suyo pero que ahora se denomina La enseñanza del dibujo en las escuelas primarias de Chile. Recurrir al país vecino la lleva a dialogar con otras latitudes (Japón, México, Perú) que plantean el problema de la enseñanza del dibujo. Tomando como ejemplo a Chile, la escritora relata su opinión acerca de la enseñanza de una materia para ella fundamental como es el dibujo para la interpretación de las emociones de los alumnos. Ella consulta en países extranjeros y regresa, con nuevos saberes, a la realidad rosarina. Dabat en sus escritos muestra problemáticas desarrolladas en el escenario educativo local, que entran en permanente diálogo con las realidades educativas de otros lugares del mundo.

Se informa seguramente sobre la situación de estos contextos a través de la lectura de propuestas ajenas, las que plasma en temáticas diversas en las ediciones de la revista, pero sin recurrir a otro idioma que no sea el castellano. Como intérprete y redactora, Dabat asume el compromiso de realizar un traspaso de saberes. Así, la maestra supera los límites de su conocimiento sobre las temáticas que aborda en las publicaciones de su autoría para comprometer aspectos culturales de la sociedad en particular que analiza, expresados estos pensamientos originalmente (y siempre) en su lengua.

Indagar sobre los escritos de la educadora Dolores Dabat da apertura a un sinnúmero de interrogantes para futuras investigaciones, dentro de los cuales podemos enumerar: ¿Cuáles eran los libros que realmente leía Dolores?, ¿En su mayoría pertenecían a editoriales argentinas o extranjeras?, ¿Cómo accedía a ellos?, ¿Qué tipo de compendios prefería?, ¿Qué usos les daba?, ¿Cuáles utilizaba directamente en sus prácticas educativas cotidianas y cuáles consideraba convenientes para la elaboración de sus producciones escritas?, ¿Quiénes eran aquellos colegas más cercanos con los cuales intercambiaba reflexiones sobre la tarea educativa?, ¿De dónde provenían? ¿Cómo podemos valorarlos hoy en el desarrollo de la didáctica de las ciencias sociales y en la labor educativa de docentes, en este caso maestras? Con estas preguntas, y siguiendo nuevamente los escritos de Fernández y Welti (2016), las características de las publicaciones pueden circunscribirse en el conjunto de la escritura del período que reflejaba la intensa transformación de la sociedad y de la cultura. Para ellas, las opciones estéticas y conceptuales son muy definidas, poseen términos y nociones precisas, no hay allí ambigüedades. Volvemos a encontrar aquí en la maestra un gesto que implica consultar en escritos ajenos a los nacionales para resaltar una labor caracterizada por dos aspectos; por una parte, en la revista percibimos imágenes que establecen vínculos explícitos entre el campo artístico y la cultura escolar, construyéndose así un discurso visual acorde a las últimas expresiones del arte local, inscripto a su vez en el debate del campo pedagógico de la época. Por otra parte, Dabat toma partido por la escuela activa y en su libro demuestra sus inclinaciones hacia los intereses pedagógicos, científicos y académicos a los que adhería.

Con ambas obras comprobamos el modo en que la maestra se valió del espacio educativo conquistado para acceder a otras áreas (fundamentalmente las referentes al campo cultural rosarino del momento), donde principalmente las intersecciones entre educación, arte y ciencia eran habituales y aprobadas.

Algunas reflexiones finales

Las primeras décadas del siglo XX constituyeron un tiempo en el que comenzaron a asomar transformaciones sociales, culturales, educativas. La actividad que desarrolló Dabat en su escuela no estuvo exenta a dichos cambios y participó, primero, de las modificaciones pedagógicas, a las que sumó una mirada estética particular. Junto a las renovaciones educativas que la escuela defendía, se fijaban actividades referentes al plano cultural ligadas a las expresiones estéticas presentes en la institución (desde la creación de los profesorados de Música y de Dibujo, donde ilustres artistas de la ciudad dictaron clases), ligadas especialmente a manifestaciones artísticas.

En los decenios iniciales del 1900 la corriente pedagógica de Escuela Nueva comenzó a influir en los espacios educativos argentinos. Esta corriente pedagógica, cuyos posicionamientos venían a plantear una renovación en las prácticas escolares, fue aplicada en la Escuela Normal Nº 2 (creada a inicios de 1910) por la pedagoga Dolores Dabat. Egresada de la Normal de Paraná en 1909, la profesora en ciencias y letras luchó por una educación de ideales innovadores, activa, capaz de educar a los estudiantes partiendo de sus intereses concretos, preparándolos para la vida real; educación en la que se encontraban implicadas la intelectualidad junto a la tarea colectiva.

A lo largo del escrito hemos analizado un libro publicado cuya autoría pertenece a Dabat, y que coincide con el desarrollo de una notable actividad educativa y cultural desde la escuela normal rosarina de la que esta maestra era regente, directora también de la revista Qvid Novi? Libro y revista son testimonios de un desempeño en total conformidad con los grandes debates pedagógicos y climas estéticos del período de entreguerras. Dabat y sus contribuyentes convirtieron la institución educativa a su cargo en un establecimiento defensor de una mirada ampliada del trabajo educativo, en la que cultura y arte acompañaron la propuesta desde sus comienzos, otorgándole una impronta especial. Gracias a los aportes de Roger Chartier (1994, 2001, 2005a, 2005b, 2008) comprendimos a los procesos de escritura y lectura en íntima relación con las experiencias prescriptivas que se vuelven objeto de análisis al poseer una fuerza performativa en su búsqueda por hacer cosas con las palabras. Elegimos un libro que se nos presentó sugerente porque el escrito se encuentra destinado a los educadores del litoral argentino (de esa forma el título lo indica) y pretende “situar mejor su posición ideológica en el difícil momento por el que atravesamos…” (Dabat, 1930:5). Ante sucesivos cambios en las ideas filosóficas directrices, los maestros del periodo estudiado necesitaban orientar sus reflexiones y Dolores Dabat aparece interesada en ayudarlos con sus aportes. Los cambios acaecidos en los fuertes ideales positivistas del normalismo, a causa de la llegada de movimientos de reacción y reforma, generaron en la comunidad educativa toda una aceptación “de la experiencia ajena siguiendo de cerca cuanto se piense o haga más allá de la frontera…” (Dabat, 1930:7). Accionar con el que se comprometió Dolores.

La maestra se manifestó implicada con los ideales educativos del momento y lo vimos cuando la situamos pronunciando sus pensamientos (en el libro), luego de realizar lecturas responsables sobre pedagogía. Posicionada como mujer que diseña y escribe (Perrot, 2008), y al mismo tiempo maestra que oficia como otra intelectual “con autonomía, producción crítica y saberes de acción pero desde los bordes del campo intelectual: siendo maestra y mujer” (Fiorucci, 2013), Dabat promovió argumentos que construyó en base a sus declaraciones, conocimientos y percepciones. Algunos de los cuales circulaban en el periodo y eran incorporados a las prácticas, es decir, “a las representaciones ideológicas concretas que se escenifican en la vida cotidiana de la escuela”. (Sardi, 2010: 126), y otros que discutieron los modos de desarrollo de la sociedad rosarina en la década del treinta, centrados en los ámbitos culturales y educativos. Ella, al seleccionar sus lecturas y definir una “propia entrada” a los textos demostró autonomía. Eligió, leyó y consideró de escritos foráneos lo que pensaba la auxiliaría al momento de producir saberes que oficiaran de apoyo al trabajo cotidiano en los salones de clase. Y fue asimismo lectora/escritora de un saber propio, como decíamos, cumplió “funciones intelectuales” (Gramsci, 1986) que trascendían el espacio educativo. Un conjunto de saberes y destrezas de orden simbólico referidos al ejercicio de la cultura letrada (Martínez, 2013), el debate público y el cultivo de conocimientos fundados en teorías nacionales y extranjeras como así también de tipo práctico provenientes de la condición docente, la posicionaron como maestra productora de saberes. Dabat además, por su ligazón al magisterio, pudo mostrar su adhesión a ideales políticos y sociales específicos.

Descubrimos en Dolores a una maestra lectora de comunicados (que perdían su sentido original al ser traducidos al castellano), e intérprete de los mismos. En nuestra búsqueda por el Fondo Bibliográfico determinamos algunas de las lecturas que efectuaba esta maestra en particular; detectamos que el caudal de escritos que Dolores Dabat utilizaba para formarse como docente y a la vez escritora de sus prácticas educativas, estaba constituido por traducciones que glosaba para darle sentido a sus escritos. De allí, a su vez, articulamos la construcción social de los discursos efectuada por la maestra desde la “construcción discursiva del mundo social”, de Roger Chartier (2000)

Asimismo, y en la consulta de algunas ediciones de la revista Qvid Novi? encontramos desarrollos teóricos en cuanto a la enseñanza que esta docente llevaba adelante en el Normal 2 y su seguimiento en los postulados de los métodos pedagógicos de Decroly, Montessori, Froebel, y otros autores cuyas propuestas innovadoras para ser incorporadas en las escuelas eran incluidas dentro de la llamada corriente escolanovista. Sus formas y contenidos venían a poner en tensión “los postulados de la realidad educativa local”. (Zoppi, 2017:44) El libro y la revista dieron a conocer producciones teóricas de una docente inmiscuida en la lectura de textos argentinos y extranjeros de la época. Ella en sus escritos expuso reflexiones; muchas de las cuales giraron en torno a las deliberaciones incipientes sobre cuestiones sociales de Rosario, Santa Fe y Argentina de la década del ´30. Dolores Dabat fue una maestra que se formó como tal leyendo escritos mediados por autores de los que no obtuvo obras originales sino adaptaciones traspasadas al idioma español, lecturas cuyo alcance era notable y requería ser trasladado a otras lenguas.

En nuestra búsqueda por las lecturas que realizaba Dolores Dabat distinguimos un caudal de escritos que no sólo abonaban a su condición de educadora sino que también la habilitaban en la escritura de sus prácticas educativas. Lejos de improvisar en sus obras, la maestra publicó comprometida con ideales éticos, políticos, culturales y pedagógicos. Vimos en la presente comunicación el modo en que se encontraba conformada su biblioteca personal; en la misma abundaban los libros pertenecientes a traducciones, que ella dilucidaba, interpretaba y comentaba para darle sentido a sus escritos. Expresión que puede ser usada para situar en contexto y considerar el trabajo docente hoy. ¿Quiénes escriben textos destinados a la formación docente?, ¿Qué lecturas circulan en las instituciones educativas?, ¿Qué y cómo leen las y los educadores en la actualidad?, ¿Cuánto de lo hasta aquí pesquisado sirve para analizar las reflexiones que se habilitan en el ámbito de la enseñanza en las escuelas argentinas, particularmente en la realidad educativa santafecina?

Bibliografía

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Fuentes utilizadas

Dabat, Dolores. La instrucción primaria en Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Universidad Nacional del Litoral. Santa Fe. 1930.

Qvid Novi? Revista de las Asociaciones de Ex alumnas y padres de la Escuela Normal Nº2. Pedagogía, literatura, ciencia, arte, notas varias. Año 1. Rosario. Abril 1932. Nº1.

Sitios web consultados

http://www.unr.edu.ar/noticia/3029/inauguraron-la-biblioteca-profesor-mario-lopez-dabat

 



Investigaciones Socio-históricas Regionales, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Rosario. Profesora y licenciada en Ciencias de la Educación. Facultad de Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario. Contacto: agustina_mosso@hotmail.com

Mosso, Agustina. “Dolores Dabat, y su oficio de maestra” en Zona Franca. Revista del Centro de estudios Interdisciplinario sobre las Mujeres, y de la Maestría poder y sociedad desde la problemática de Género, N°27, 2019 pp.155-170. ISSN, 2545-6504 Recibido: 03 de junio 2019; Aceptado: 21 de octubre 2019