Análisis del proceso tecnopolítico y de conectividad
para el activismo feminista en Facebook, caso “Ni Una Menos Bolivia”
Stephanie Morón Terrazas ⃰
Resumen
Este artículo mostrará
el proceso tecnopolítico y de conectividad que construyó el movimiento “Ni Una
Menos Bolivia” en Facebook a partir del 2016, año en que se constituyó este
colectivo para hacer frente mediante el activismo feminista a los casos de
violencia de género y feminicidios ocurridos en este país. Se juntarán estas
dos perspectivas teóricas ya que, un proceso tecnopolítico va de la mano de una
cultura de conectividad (Van Dijck, 2013). La
importancia de contar la experiencia del proceso tecnopolítico y de
conectividad que construyó este movimiento en el caso boliviano es fundamental
para entender el papel que juegan hoy en día los movimientos feministas en
América Latina[I].
Palabras
clave: feminismo – tecnopolítica -
conectividad – Ni Una Menos – Bolivia.
Analysis of the technopolitical and connectivity processes for feminist
activism on Facebook for “Ni Una Menos Bolivia”
Abstract
This article will demonstrate the connectivity and technopolitical process that built the “Ni Una Menos Bolivia” movement on Facebook beginning in 2016, the year in which this collective was constituted with the express goal to help organize feminist activism responding to femicide and violence against women in the country. These two perspectives will be explored together due to the notion that a techno political process goes hand in hand with the culture of connectivity (Van Dijck, 2013). The fundamental importance of relating the experience of the technopolitical process and of the connectivity that built this movement in Bolivia is vital to further understand the roles that other feminist movements in Latin America exert in order to bring thousands of women together in response to the problem of gender-based violence.
Key words: feminism – technopolitics –
connectivity – Ni Una Menos – Bolivia.
1. Breve historia del feminismo en Bolivia y la participación política formal de las mujeres durante los siglos XX y XXI.
Bolivia
es un país que está situado en el centro de América del Sur. Según proyecciones a 2018 basadas en el último
Censo de Población y Vivienda del año 2012, el Estado Plurinacional de Bolivia
cuenta con aproximadamente 11.307.000 habitantes, de los cuales 49,6% son
mujeres y 50,4% son hombres, además de un 62,2% de población indígena. Por área
de residencia, 69,4% de la población vive en el área urbana y 30,6% en el área
rural, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de
Estadística de Bolivia INE.
Estos indicadores son
importantes para entender el contexto del movimiento feminista en Bolivia ya
que, al ser un país donde el porcentaje femenino es casi igual al porcentaje
masculino y teniendo en cuenta el porcentaje de la población indígena, nos
enfrentamos a un caso de estudio muy peculiar.
La historia del
movimiento feminista en Bolivia, siempre estuvo marcado por la acción colectiva
de mujeres procedentes de todas las clases sociales. Durante el Siglo XX, se
produjo las primeras formas de participación política formal de las mujeres en
asuntos de interés general y nacional, con una tendencia a que la militancia
partidaria sea el vehículo de participación y de politización de las mujeres,
con objetivos políticos nacionales de desarrollo a partir de sus
posicionamientos ideológico políticos.
En la década de 1950,
se dio un ascenso político de los sectores urbano populares y mineros con
activa y creciente participación de mujeres. Esta inserción política no
planteaba objetivos de igualdad de género, sino que su acción se vinculaba al
proyecto político que sustentaban los partidos de la época.
La vuelta a la
democracia en Bolivia durante la década de los ochenta inauguró un nuevo
periodo en que las militantes mujeres empezaron a abrir nuevas rutas de
alianzas dentro de diferentes partidos de izquierda, apostando por nuevas iniciativas
bajo las banderas de la igualdad de género, de esta manera surgió una nueva
forma de militancia, no orgánica, que permitió el avance del movimiento
feminista.
El contexto de la
década de los noventa fue esencial para empezar la participación política de
manera “informal” de las mujeres en Bolivia a partir de la deconstrucción de
significados culturales de aquella dominación patriarcal que una década antes,
las mujeres feministas bolivianas habían empezado a tematizar y politizar. La
aproximación a esta realidad, ahora contaba con el concepto de género, para
explicar cómo se construyen en contextos históricos particulares, las
relaciones sociales de dominación entre hombres y mujeres, haciendo evidente el
desigual reparto del poder, y poniendo en la mesa de debate la violencia contra
las mujeres en contextos de democracia, reivindicando la vigencia de los
derechos de las mujeres sobre sus cuerpos, fueron entre otros temas parte de la
agenda de los movimientos feministas y ganancias de aquel periodo.
“La ampliación de la
noción de poder centrado ya no en la relación con el Estado sino desplegándose
en lo micro de lo cotidiano, en los intersticios de la sociedad, donde tienen
lugar las asimetrías y jerarquías sociales entre hombres y mujeres, el desdoblamiento
de lo político, “democracia en el país y en la casa”, “lo personal es político”
constituyeron un nuevo referente simbólico para interpelar las visiones
hegemónicas sobre la democracia” (Zabala, 2010: 2).
En este contexto surge
el colectivo “Mujeres Creando” que
fue fundado el año 1992 por las activistas feministas: María Galindo, Mónica
Mendoza y Julieta Paredes, en un barrio de la periferia de la ciudad de La Paz
cuyo objetivo principal fue hacer un activismo feminista a través del arte y el
graffiti bajo una propuesta de feminismo “no racista” que interpelaba a la
élite de mujeres que vivían con privilegios y totalmente alejadas de la
realidad de las mujeres indígenas cuyo trabajo no era valorado. Otro de sus
objetivos fue la interpelación de los gobiernos bolivianos (históricamente de
derecha hasta la llegada de Evo Morales en 2006) y de los partidos políticos.
Durante los primeros
años del siglo XXI, se dio la emergencia de nuevos movimientos sociales dentro
de la coyuntura política desde el 2006, “el paradigma de la diversidad cultural
y el reconocimiento de un amplio catálogo de derechos bajo una orientación
inclusiva, fortalece una presencia política masiva de mujeres, (Coordinadora de
la Mujer, 2015: 16).
Bolivia al ser un
Estado Plurinacional, teniendo una diversidad de culturas, de etnias y de
clases sociales, hace que el movimiento feminista no está representado por un
solo bloque, ni que se mueva bajo una idea única, por lo que hablamos de los feminismos. “El movimiento feminista
y de mujeres en Bolivia enfrenta el reto de recrear sus prácticas y estrategias
en un campo discursivo e identitario heterogéneo. Donde la noción de
diversidades étnicas, culturales, sociales, de género, sexuales, han
fragmentado el viejo sujeto político feminista construido sobre la esencia
unificadora de ser mujeres, que viene de compartir del mismo cuerpo, propio de
la década de los 90s” (Zabala, 2010: 4).
Dentro de este
contexto, surge el movimiento “Ni una
Menos” abriendo un nuevo espacio para que las mujeres bolivianas pueden
repensar el feminismo desde sus vidas cotidianas, concientizarse acerca de la
violencia de género. Aunque el movimiento intenta incluir y exponer casos de
mujeres en el área rural de Bolivia, la verdad es que es un colectivo fuertemente
apoyado por mujeres de clase media de las principales ciudades de Bolivia: La
Paz, Cochabamba y Santa Cruz, las cuales tienen acceso a internet móvil desde
sus celulares, razón por la cual utilizan Facebook como su principal medio de
comunicación en un país cuyo acceso a Internet es extremadamente caro.
2. Contexto actual de la conectividad en Bolivia y uso de las redes sociales
Bolivia se caracteriza
por tener el Internet más lento y más caro de Sudamérica. La forma más común de
conexión se da a través del Internet móvil ya que su acceso es primario y el
Internet fijo es secundario.
En Bolivia existen
tres empresas que dan servicio de Internet: ENTEL que es propiedad del Estado,
VIVA Y TIGO que son empresas particulares. El consumo diario mínimo que ofrecen
estas compañías es de 1000 megas que cuestan entre 20 a 30 Bs (Pesos
Bolivianos) y equivalen entre 3 y 5 USD. Es decir que en un mes se gasta
alrededor de 600bs a 900bs, entre 95 y 140 USD. Si un cliente quiere mayor
cantidad de megas debe acceder a un plan semanal o mensual que duplican o
triplican en costo a las tarifas mencionadas.[II]
Según los resultados
finales de la Encuesta Nacional de Opinión sobre Tecnologías de Información y
Comunicación TIC realizada por la AGETIC en diciembre de 2017, de los 11.
307.000 de habitantes en Bolivia, el 78% (8.82 millones) son internautas y 62%
(7 millones) son usuarios activos de las redes sociales. Además, que un 59%
(6.70 millones) navegan desde un celular. La red social más usada en Bolivia es
Facebook con 94% de la población internauta. Presenta un total de 6.9 millones
de usuarios activos en Bolivia, donde el 46% son mujeres y 54% son varones.[III]
Las actividades más
frecuentes que los usuarios bolivianos realizan dentro de las redes sociales
son: conectarse con amigos y familiares que representa un 97%, ver fotos y
videos con un 52% e informarse con 50%. Mientras que la participación en
debates y el apoyo a causas sociales están entre el 4% y 3%, siendo las
actividades menos realizadas. Las causas que más apoyan los bolivianos en las
redes sociales son los derechos de los animales con un 60%, luego están los
derechos humanos con un 37% y en tercer lugar se encuentran los derechos de la
mujer con un 28%.[IV]
Teniendo en cuenta el
elevado costo de conexión a Internet en Bolivia, y sabiendo cuáles son los usos
prioritarios de los usuarios, además de las causas que apoyan en redes sociales
como Facebook y Twitter, estudiar el proceso de conectividad y tecnopolítico
que construye #NiUnaMenosBolivia en Facebook, es sumamente valioso e
importante, siendo un caso único en la región con este contexto social,
económico y tecnológico.
3. Ni Una Menos Bolivia
El objeto de estudio
fue el grupo de Facebook del movimiento “Ni una Menos Bolivia” a partir de dos
categorías: la primera es el proceso de conectividad para entender cómo
funciona este grupo dentro de la plataforma de Facebook y cómo los usuarios se
apropian de esta red social digital para publicar mensajes que exponen las
demandas del movimiento “Ni una Menos Bolivia” con el fin de visibilizar el
tema de violencia de género y feminicidios en este país sudamericano.
Es importante analizar
el proceso de conexión entre los usuarios donde la “socialidad”
y la tecnología se mezclan para dar lugar a plataformas que no son neutrales,
por lo que es importante entender el medio donde se expresan opiniones, surgen
debates y una serie de discursos sobre temas políticos, sociales, de género, de
religión, entre otros a través del proceso de conectividad (Van Dijck, 2013).
En segundo lugar, se
encuentra el proceso tecnopolítico que permite la apropiación tecnológica de
una plataforma como Facebook para que los intereses y demandas políticas de un
movimiento como fue el de los Indignados o 15M en España, se organice mediante
redes sociales digitales.
Así se podrá observar
cómo las mujeres activistas en Bolivia están utilizando distintas plataformas
para traspasar los feminismos a un nuevo escenario tecnológico mediante el uso
de la conectividad dentro de estas redes sociales digitales para que el debate
sobre este tema y el discurso que se genera, pueda llegar a más personas y sea
posible una organización masiva que permita llevar a cabo acciones concretas
como marchas, huelgas y diversas actividades a favor de esta causa desde lo
on-line hacia lo off-line y viceversa.
3.1 Orígenes del movimiento “Ni una Menos” y características del caso boliviano
Escogí el estudio de
caso del movimiento “Ni una Menos Bolivia” que inspirado en los logros de su
par “Ni Una Menos[V] en Argentina, salió a la luz por primera vez
el 25 de noviembre de 2016 con una marcha multitudinaria en sus principales
ciudades, su organización en redes sociales digitales empezó tres meses antes
de la primera marcha en el mismo año y desde esa fecha es uno de los
movimientos más grandes e importantes en Bolivia que se enmarca dentro de la
lucha feminista a nivel global y que invita al activismo en contra de la
violencia de género y feminicidios.
4. Objetivos
·
Analizar
el proceso de conectividad que se crea entre los miembros del grupo
#NiUnaMenosBolivia en Facebook usado tres constructos tecnoculturales:
tecnología, usuarios y contenido.
·
Analizar
cómo se desarrolló el proceso tecnopolítico del movimiento feminista
#NiUnaMenosBolivia dentro del grupo de Facebook.
·
Especificar
los temas más importantes que son debatidos dentro del grupo de Facebook
#NiUnaMenosBolivia.
5. Marco Teórico
5.1 Cultura de la Conectividad
La primera categoría
analítica cuya teoría es desarrollada en el libro Cultura de la Conectividad, una historia crítica de las redes sociales por
José Van Dijck el año 2013, está fundamentada en la
teoría del actor – red y la economía política.
“Ofrecen valiosas ideas
acerca de la transformación de la tecnología y la sociedad, y su combinación da
por resultado el diseño de un modelo heurístico. Esto comprende dos
configuraciones. La primera ayuda a ‘desmontar los microsistemas’ (...) aquella
que considera a las plataformas (redes sociales) como constructos tecnoculturales y otra que las entiende en tanto
estructuras socioeconómicas organizadas” (Van Dijck,
2013: 49).
A pesar de que la
teoría del actor – red y la economía política desarrollan formas importantes de
entender las complejidades de las redes sociales, Van Dijck
las complementa para contribuir con un modelo de múltiples capas que se
concentra en la disección de las plataformas individuales (microsistemas)
entendidas como constructos tecnoculturales, pero
también como estructuras socioeconómicas.
Se usará esta teoría
porque nos permitirá entender las características que presenta la red social
(en este caso Facebook) a través de la modalidad de grupo, para entender cómo
se forma la “socialidad online” a través de
constructos tecnoculturales (tecnología, usuarios y
contenido) para formar un activismo feminista. La
idea principal de la conectividad es la relación que hace entre lo “social”
abarcando la conexión humana que se mezcla con la conectividad automática de
las plataformas digitales.
5.2 Tecnopolítica
La segunda categoría
analítica es la “Tecnopolítica” desarrollada por Javier Toret
el año 2013 para explicar el caso del #15M o “Movimiento de los Indignados” en
España, está fundamentada en los conceptos sobre “el sistema red”, “multitud
conectada” y “ciberactivismo”.
El autor
propone que las multitudes conectadas, surgen de una explosión emocional que
deriva en un contagio estructurado por la tecnología propia de las redes
sociales digitales a través de la conectividad de miles de usuarios que usan
estas plataformas para comunicar mensajes concretos, propiciando conversaciones
y debates sobre el problema social que los llama al activismo y que a la vez
los empodera para salir a las calles a través de una organización previa dentro
de la web.
Estas
multitudes emergen con ciertos acontecimientos “aumentados”, que se vuelven
visibles gracias a la viralización de los mensajes que circulan por las redes
sociales digitales como Facebook y Twitter. Se habla de hechos de aumentados
para hacer referencia al juego performativo entre las capas físicas y digitales
de un suceso que se extiende gracias a la posibilidad de: vivirlo, pre –
vivirlo y post – vivirlo tanto en las redes como en las calles, es así que la
tecnopolítica va más allá del ciberactivismo. “Por ello, proponemos la noción
de tecnopolítica como uso táctico y estratégico de las herramientas digitales
para la organización, comunicación y acción colectiva como concepto clave para
entenderlas” (Toret, 2013: 20).
Desde la
perspectiva del sistema - red, la tecnopolítica se construye como la capacidad
de estas multitudes conectadas para crear, organizar y llevar a cabo una acción
colectiva que inventa formas de acción que se pueden dar en la red pero que no
acaban en ellas.
6. Metodología
La perspectiva
metodológica fue de carácter cualitativo, dentro del paradigma hermenéutico
interpretativo puesto que esta investigación buscó un conocimiento consensuado
a través de la interpretación del proceso tecnopolítico y de conectividad que
crea el movimiento #NiUnaMenosBolivia”. La estrategia
metodológica estuvo basada en las formas de interacción social, los mensajes y
los discursos que se desarrollan dentro del grupo de Facebook “Ni una Menos
Bolivia”, por lo que fue fundamental la recolección de datos para generar
explicaciones en relación al marco teórico planteado.
El punto de vista
epistemológico fue inductivo, lo que permitió dar explicaciones a partir de los
datos recabados en campo, sobre los que posteriormente se encuentran principios
teóricos. Desde la lógica formal, el procedimiento inductivo es aquel que parte
de lo particular hacia lo general; es la acción y efecto de extraer a partir de
determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio específico
de cada una de éstas (Orozco, 2016: 99).
Teniendo en cuenta el
reto que implicó construir una metodología idónea para analizar un fenómeno de
comunicación dentro de las redes sociales digitales, específicamente dentro de
Facebook, se recurrió al uso de la “Etnografía
Virtual” desarrollada por Christine Hine[VI] como técnica de investigación
cualitativa. Esta autora plantea la idea de “crisis de la etnografía” para
explicar que esta ciencia ha cambiado con los años, y que ahora una variedad de
campos disciplinarios como la sociología, la comunicación y la tecnología la ha
adoptado para observar fenómenos más cotidianos en contraposición de la
comprensión de culturas en lugares
distantes como lo hace la tradición antropológica.
“Tomaremos la
etnografía como una práctica textual y una destreza adquirida y como una
experiencia artesanal que pone en entredicho los fundamentos tradicionales
basados en la presencia prolongada del investigador en un espacio físico
determinado. El propósito de esta reevaluación de la etnografía es encontrar
una nueva manera de lidiar con algunos problemas que arrastraría esta
perspectiva con respecto a Internet” (Hine, 2004:
57).
6.1 Aplicación de la etnografía virtual para esta investigación
Etnográficamente, se
recopilaron las acciones que se desarrollaron dentro del funcionamiento del
grupo en Facebook. Esto permitió analizar la conectividad que se ejerce entre
los usuarios y el proceso tecnopolítico.
El análisis de datos
se hizo mediante un proceso permanente de observación que fue ilustrado con
capturas de imagen de los mensajes publicados en el grupo de Facebook del
movimiento durante los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de
2016.
Se escogieron estas
fechas para observar las publicaciones sobre la convocatoria a la marcha que se
organizó el día 25 de noviembre en el centro de la ciudad de La Paz, para
demostrar cómo se pasó de un activismo online hacia formas de protestas offline
que tomaron las calles.
7. Organización y análisis de la información
7.1 #NiUnaMenos un movimiento de Twitter, es llevado a Facebook en el caso boliviano
El
movimiento “Ni Una Menos” nació en Argentina, siendo el primer país en la región que convocó
movilizaciones a partir de junio de 2015 utilizando el nombre, la consigna y el
hashtag feminista: #NiUnaMenos en la plataforma Twitter.
La utilización de
hashtags o etiquetas dentro de las redes sociales especialmente en Twitter,
agrupa todos los mensajes sobre un tema en específico, permitiendo el
desarrollo de un discurso cívico, político, social, económico, y de un sinfín
de temas que dan como resultado un impacto comunicacional concreto. “Twitter
tiene cinco usos estratégicos: “como reacción a una política pública, como
medio de expresión colectiva de un descontento, como medio de publicación de
información ausente de la discusión pública y/o de los medios de comunicación
tradicionales, como espacio de movilización ciudadana para impulsar una agenda
y como instrumento de agregación de preferencias en torno a una política
pública” (Merino, 2001:18).
En este
sentido, el movimiento “Ni Una Menos Bolivia” siguiendo las formas de
comunicación digital que desarrolló su par argentino, contó con una cuenta de
Twitter llamada: @NiUnaMenosBol, además del grupo de Facebook
#NiUnaMenosBolivia.
Ambas
cuentas fueron creadas en octubre de 2016, sin embargo, ocurrió una migración
del debate de Twitter a Facebook, característica propia del caso boliviano,
contrario a lo que pasó en el caso argentino, siendo Twitter la plataforma más
usada para organizar y comunicar las acciones de este movimiento.
La cuenta
de Twitter @NiUnaMenos_ que es la oficial del movimiento argentino, contaba
hasta mayo de 2019 con 69,5 mil seguidores.
Imagen 1: cuenta de Twitter
de Ni Una Menos Argentina
https://twitter.com/NiUnaMenos_
Por otra parte, aunque
la cuenta de Twitter @NiUnaMenosBol aún continúa activa, no existe una
actualización desde el 7 de marzo de 2017, contando sólo con 893 seguidores
hasta mayo de 2019, razón fundamental para que el debate y la acción de este
movimiento se concentre en su grupo de Facebook, es así que, para esta
investigación, se descartó el análisis de esta cuenta de Twitter.
Imagen 2:
cuenta de Twitter de Ni Una Menos Bolivia
https://twitter.com/NiUnaMenosBol
Este acontecimiento
digital fue llevado a Facebook dentro del contexto boliviano porque es la red
social digital más utilizada en Bolivia. En este sentido las usuarias
bolivianas, aprovechan al máximo sus posibilidades de conexión para acumular
mayor capital social, es así como la conectividad dentro de esta plataforma se
desarrolla mediante la interconexión de las redes humanas por parte de los
usuarios mezclada con la conectividad automatizada que genera Facebook mediante
sus interfaces, promoviendo esta interconexión como un valor social.
Este valor social
resulta clave para la participación política y cívica en el caso de los nuevos
movimientos sociales que se generan dentro de estas plataformas, debido a la
falta de espacios de debate y de medios de comunicación para expresar
sentimientos de indignación, las redes sociales digitales como Facebook y
Twitter se convierten en el espacio donde se generan nuevos procesos
comunicativos para llevar a cabo revueltas y movilizaciones sociales.
7.2 La Cultura de la Conectividad dentro de un grupo de Facebook, caso: “Ni Una Menos Bolivia”
Dentro de la
plataforma Facebook, encontramos a los grupos, que son espacios creados para
agrupar a una comunidad de usuarios que además de contar con sus cuentas
personales, deciden crear o unirse a un grupo para compartir intereses,
conocimiento e información con cualquier persona en un ámbito mucho más grande
del que ofrece un perfil personal. Los grupos de Facebook se clasifican en
función de la temática y la privacidad, existiendo tres tipos de grupos en
Facebook:
• Abiertos: Es público, toda la información está a la vista y no es
necesario hacer una solicitud de acceso.
• Cerrados: Hay que hacer una solicitud para poder unirse al grupo y
es el administrador/es del grupo quien aprueba tu solicitud.
• Secretos: Un grupo que se crea por una persona, no es visible, y la
única forma de entrar es que el creador de este grupo de Facebook te mande
invitación.
En el caso del grupo
nos encontramos con un grupo cerrado es así que el primer resultado del objeto
de estudio arroja la característica de tener una conectividad limitada.
Imagen 4:
Portada del grupo #NiUnaMenos Bolivia en Facebook
https://www.facebook.com/groups/323210768016095
Otra característica
importante de este grupo es que, a pesar de ser cerrado, cuenta con un total de
13,372 miembros[VII], cifra bastante elevada. La razón por la que
esta cuenta es cerrada es porque en un inicio, la convocatoria con la que
inició el movimiento fue a través de un llamado de carácter ciudadano, por lo
que las activistas invitaron a todo aquel que quisiera unirse y luchar en
contra de la violencia de género y feminicidios en Bolivia.
A través de la
observación que permitió la etnografía virtual, es evidente que, en el
transcurso de los meses, viendo la polémica que se generaba en los comentarios
de las publicaciones, tomaron la decisión de convertir al grupo en un espacio
cerrado.
Bajo esta perspectiva,
desde la teoría nos encontramos con un caso particular dentro de la
conectividad y la socialidad en red, como la define
José Van Dijck (2013), pues al ser un grupo cerrado y
manejado a criterio de las administradoras, la subjetividad para elegir quien
es admitido o no, interfiere con la facilitación y la potencialidad de la
interconexión como valor social, sin embargo, en la realidad podemos observar
que, a pesar de ser un grupo cerrado, al contar con un más de 13 mil miembros,
la potencialidad de interconexión aún sigue siendo muy alta, y el valor social
sigue presente al momento de poner los filtros de admisión, como forma de
asegurar que esta plataforma será un espacio de debate formal.
7.3 Proceso Tecnopolítico del Movimiento “Ni una Menos Bolivia”
Entenderemos al
proceso tecnopolítico como: la capacidad de las multitudes conectadas (Toret, 2015; Rovira 2017) para crear, organizar y llevar a
cabo una acción colectiva que inventa formas de acción que se pueden dar en la
red pero que no acaban en ellas.
De esta manera, a
través de la técnica de Etnografía Virtual, se explicará el proceso
tecnopolítico que ha construido el movimiento “Ni Una Menos Bolivia” a través
de hechos específicos que demuestra la creación, y la organización dentro de
esta plataforma para llamar a la acción colectiva online y offline.
7.3.1 Organización de asambleas y posicionamiento político del movimiento dentro del grupo de Facebook
El movimiento “Ni Una
Menos Bolivia” creó el grupo de Facebook el 20 de agosto de 2016, dos semanas
después comenzaron la acción colectiva mediante la publicación de los acuerdos
de la primera asamblea que tuvo lugar el 3 de septiembre de 2016. El documento
que sustenta los primeros acuerdos a los que se llegó fue subido el 5 de
septiembre del mismo año con el nombre “Apthapi[VIII] de ideas”.
Esta publicación tiene
un acceso a un documento en Word subido por una de las administradoras. El
primer acuerdo señala la organización de una “movilización nacional ciudadana y popular, no institucional” para el
día 25 de noviembre de 2016 en la ciudad de La Paz.
Esto nos da a entender
de que la forma de organización del movimiento no nació dentro de Facebook ni
de Twitter, sino que ocurrieron asambleas organizadas previamente, por un grupo
de mujeres activistas feministas que decidieron replicar la experiencia de
Argentina en Bolivia. Para ello, la asamblea ocurrió en el espacio offline, y
se usó el grupo de Facebook para comunicar el mensaje de manera masiva,
invitando a los miembros del grupo a realizar publicaciones serias con fuentes
confiables, así como a unirse a las distintas comisiones que se propusieron
para dar sustento al movimiento.
Por otra parte, se
manifiesta el deseo de organizar más movilizaciones en el interior de Bolivia,
como en la ciudad de Santa Cruz, y se hace énfasis que el tipo de publicaciones
que serán aceptadas en el grupo deben ser útiles para visibilizar el problema
de violencia de género y feminicidios, usando cifras y documentos con validez
académica, así como evitar hacer comentarios discriminadores o que vayan en
contra de la libertad político- partidaria de cada miembro del grupo.
Imagen 5:
Acuerdos de la 1º Asamblea de #NiUnaMenosBolivia publicada el 16 de septiembre
de 2016 en el grupo de Facebook
https://www.facebook.com/groups/323210768016095
Los acuerdos que
llegaron durante la primera reunión de comunicaciones realizada el jueves 15 de
septiembre de 2016, dan muestra del proceso tecnopolítico que se suscitó en el
desarrollo de las acciones que organizó el movimiento y que se comunicó a
través de esta plataforma.
Una de los puntos más
emblemáticos de esta reunión fueron los lemas que se crearon para esta
movilización. El principal fue: “No nací
mujer para morir por serlo”, seguido de otros como: “vivas nos queremos”; “somos el grito de las que ya no tienen voz”; “el
machismo mata”; “ni una mujer menos, ni una muerta más”; “cuando la sangre es
de una mujer maltratada, la sangre es de todas”; “si tocan a una, respondemos
todas”; “libres seremos”; “con ropa o sin ropa este cuerpo no se toca”.
También se encuentra
el Documento de Word con el posicionamiento político que creó el movimiento,
dejando en claro que la movilización es resultado de la impunidad del sistema
judicial boliviano, cuyo acceso es difícil, especialmente para las familias de
las víctimas de feminicidios, a pesar de existir la Ley 348[IX] en Bolivia. Además, este movimiento responde a
las acciones históricas del movimiento feminista y de mujeres que desde todos
los rincones de Bolivia interpelan al Estado y a la sociedad para la
construcción de políticas en contra de la violencia de género y la modificación
de patrones culturales que propician un ambiente de discriminación y violencia
en contra de la mujer.
De esta manera, en los
primeros meses del movimiento, se puede encontrar las formas de organización
que se implementaron mediante asambleas para la elaboración de acuerdos, y las
formas comunicativas que usaron con el uso del grupo de Facebook para masificar
el mensaje y sumar más personas a las movilizaciones.
Imagen 6:
Posicionamiento Político de #NiUnaMenos Bolivia
De esta manera, el
movimiento “Ni Una Menos Bolivia” propuso:
·
La
construcción de una plataforma amplia y
diversa, donde se unan todas las
personas
que se sientan convocadas a
rechazar todas las formas de violencia en contra de las mujeres.
·
La auto-convocatoria de todas las sobrevivientes de la
violencia de género, así como las familias de las víctimas de la violencia
feminicida de todos los rincones de Bolivia.
·
Mantener el espíritu ciudadano de la
movilización, sin
protagonismos, ni liderazgos, sin representación institucional o político
partidaria.
·
Entender
que la violencia contra las mujeres es
una gravísima violación a los Derechos Humanos que no debe ser tolerada por
la sociedad ni por el Estado.
·
Promover la descentralización de las acciones
impulsadas por esta movilización nacional, respetando las dinámicas propias de cada ciudad y en cada departamento
de Bolivia, tanto en términos organizativos como acciones concretas.
·
Declaración de movilización permanente para que
el movimiento no concluya con un acto de protesta, sino que logre los cambios
que se espera en la sociedad y en el Estado, para acabar con la impunidad y la naturalización de la violencia en
Bolivia.
Es así como se formó
el proceso tecnopolítico del movimiento “Ni Una Menos Bolivia” entendido como
el “uso táctico y estratégico de las herramientas digitales para la
organización, comunicación y acción colectiva” (Toret,
2013: 20). De esta manera, observamos que las administradoras del grupo,
utilizaron la plataforma del grupo de Facebook, para subir los documentos en
Word que se realizaron durante las asambleas, tanto con formas tanto
programáticas como prefigurativas de organización.
La forma programática
hace referencia a las políticas de organización “formales” como lo son las
asambleas, recurso utilizado por las mujeres que decidieron llevar la
movilización nacional a nombre de #NiUnaMenosBolivia para organizar el
movimiento en comisiones y posteriormente crear un pliego de demandas y el
posicionamiento político del movimiento.
La forma prefigurativa aparece cuando la acción colectiva creada en
las asambleas va permeando en las redes, creando procesos comunicativos en el
grupo de Facebook para propagar los mensajes de la posición ideológica, las
formas de organización mediante comisiones y las demandas del movimiento para
que todas las personas interesadas puedan sumarse a estas movilizaciones.
8. Conclusiones
Después de la
observación realizada al grupo “Ni Una Menos Bolivia”, usando la teoría de
conectividad el análisis se enfocó en tres constructos tecnoculturales:
tecnología, usuarios y contenido.
En el tema de
tecnología se observó que los algoritmos creados a partir del procesamiento de
los datos, dio lugar a una arquitectura de codificación propia del grupo
#NiUnaMenos Bolivia, filtrando la información de los perfiles personales de las
administradoras y usuarias con mayor interacción, con el contenido expuesto en
el grupo a partir de temas específicos sobre violencia de género y
movilizaciones en defensa de los derechos de la mujer.
El papel que
desarrollaron las usuarias dentro del grupo de Facebook se da desde una lógica
participativa que las convierte en receptoras, consumidoras, productoras y
partícipes de la cultura de conectividad, de esta manera, se entiende a las
usuarias como prosumers, creando una socialidad online inmediata a través de la participación.
El contenido que se
produce va de la mano con la participación de las usuarias, produciendo
opiniones acerca de aquello les gusta, lo que desean o y lo que les interesa.
Los gustos en común afianzan vínculos y descubren afinidades de grupo, creando
valiosa información acerca de tendencias y preferencias de consumo. No
obstante, como el objeto de estudio analizado responde a un grupo de Facebook
formado con un fin estrictamente activista, los contenidos expuestos propician
debates y conversaciones para expresar sentimientos de adhesión o de rechazo
hacia las temáticas feministas y a las acciones del movimiento.
De esta manera, la
cultura de conectividad creada dentro de este espacio, se dio mediante un
proceso de cuantificación social creada mediante la relación: conexión
humana/conectividad automatizada, manejadas por el software y el protocolo de
Facebook, permitiendo procesos comunicativos dentro de una comunidad muy grande
que replica una y mil veces el imperativo de “compartir información” como lo
señala José Van Dijck.
La contribución
principal de las usuarias, radica en la formación de identidad a través de la
participación activa y el compromiso feminista, generando una colectividad como
sinónimo de conectividad automatizada, donde las usuarias se empoderan mediante
el uso político que le dan a la plataforma.
Dentro de los
principales hitos que se desarrollaron a partir del año 2016, que se
consideraron como parte fundamental del proceso tecnopolítico del movimiento se
centraron en convocatorias para asambleas mediante reuniones en espacios
físicos donde se llegaron a una serie de acuerdos que posteriormente, fueron
publicados en el grupo de Facebook, utilizando esta plataforma como una
herramienta de comunicación clave para la expansión de los mensajes.
Por lo tanto, “Ni Una
Menos Bolivia” no es un movimiento que nace desde Facebook, al contrario, parte
de una organización tradicional y utiliza esta plataforma como medio potencializador de la acción colectiva, siendo un paso
clave para el proceso tecnopolítico.
Dentro de los temas
más relevantes que se debaten dentro del grupo se encuentran:
·
Ideología
del movimiento “Ni Una Menos” en Bolivia y a nivel global.
·
Despenalización
del aborto en Bolivia.
·
Cifras de
feminicidios en Bolivia.
·
Casos
específicos de violencia de género y feminicidios ocurridos en Bolivia.
· Crítica a la Ley 348.
·
Recuento
de las marchas y performances realizados por el 8M y 25N con álbumes
fotográficos.
Referente a los tipos de mensajes más usados
dentro del grupo, se encuentran las publicaciones que sólo contienen texto,
álbumes fotográficos, e ilustraciones con algún mensaje o cifras de casos de
violencia de género y feminicidios. Otro tipo de contenido son las noticias que
se publican, la fuente principal son periódicos bolivianos en su versión
digital como LA RAZÓN, PÁGINA SIETE, EL DEBER y OPINIÓN que son publicados
nuevamente dentro del grupo.
De esta manera se
observó cómo el movimiento “NiUnaMenosBolivia” fue
capaz de construir una cultura de conectividad y un proceso tecnopolítico
propio para llevar a cabo una serie de movilizaciones a nivel nacional, y a
poner en la mesa de debate el gran problema de la violencia de género y la
ineficacia de la Ley 348.
Desde el punto de
vista teórico, fue importante analizar el proceso de conectividad para entender
cómo funciona la interacción social dentro de un grupo de Facebook con la
finalidad de hacer un activismo feminista, mediante el funcionamiento de la
plataforma a través de la tecnología, los datos y los usuarios, teniendo
siempre presente que las redes sociales digitales no son neutras y que
justamente dependen de estos constructos tecnoculturales
para su desarrollo y consolidación.
Por otra parte,
después de explorar la situación de conectividad en Bolivia, al ser el Internet
más caro y lento de Sudamérica, el grupo de Facebook “Ni Una Menos Bolivia, con
más de 13 mil usuarios, es una muestra del valor que tiene en participación e
interacción, haciendo posible la visibilización de la violencia de género en
Bolivia tanto en redes sociales como en las calles.
El aporte de esta
investigación está centrado en resaltar el activismo a partir de la
comunicación digital creado por el movimiento “Ni una Menos Bolivia” que es un
referente feminista para las nuevas generaciones de mujeres bolivianas, y
justamente por esa razón, el estudio de su proceso tecnopolítico y de
conectividad dentro de Facebook es un caso particular, ya que estos movimientos
suelen tener mayor participación e interacción en Twitter.
Por esta razón, es
importante seguir creando espacios y programas de prevención de violencia para
que las mujeres y hombres bolivianos puedan formarse desde niños, permitiendo
una deconstrucción del machismo fuertemente enraizado en la sociedad boliviana,
y que a partir del feminismo y de la resistencia, permita una militancia que
sea capaz de realizar un activismo diverso, usando esa performatividad propia
de las luchas feministas.
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* Licenciada en Ciencias Políticas por la
Universidad Católica Boliviana “San Pablo”. Maestra en Comunicación por la
Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Miembro del grupo de
investigación sobre Generación, Subjetividad, Política y Activismo
en el escenario posterior al movimiento #YoSoy132 en México, del departamento
de Comunicación de la Universidad Iberoamericana. Becaria doctoral en
Comunicación por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT. Contacto:
steph.m.terrazas@gmail.com
Morón
Terrazas, Stephanie. “Análisis del proceso tecnopolítico y de conectividad
para el activismo feminista en Facebook, caso ´Ni Una Menos Bolivia” en Zona Franca. Revista del Centro de
estudios Interdisciplinario sobre las Mujeres, y de la Maestría poder y
sociedad desde la problemática de Género, N°28, 2020 pp. 50-78. ISSN,
2545-6504 Recibido: 1 de agosto 2020; Aceptado: 12 de noviembre 2020 |
[I] Este artículo es parte de la investigación para la tesis de Maestría llamada: Análisis del proceso tecnopolítico y de conectividad en movimientos feministas dentro de Facebook. Caso: “Ni Una Menos Bolivia” realizada durante agosto 2017 – junio 2019 en México, también se contó con una estancia de investigación en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” gracias al financiamiento de la Beca de Movilidad CLACSO – CONACYT. Esta investigación fue presentada en su totalidad el día 10 de septiembre de 2019 para obtener el grado de Maestra en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, obteniendo mención honorífica.
[II] Datos del artículo: El costo de navegar por Internet en Bolivia, publicado por el movimiento “Más y mejor Internet para Bolivia http://masymejorinternet.org.bo/sin-categoria/el-costo-de-navegar-por-internet-en-bolivia/ Consultado en 21 de abril de 2019.
[III]
Datos consultados del artículo Las redes
sociales más utilizadas en Bolivia 2019, publicado por la página de
marketing digital: MARRAQUETA http://www.marraquetamkt.com/redes-sociales/las-redes-sociales-mas-utilizadas-en-bolivia/ Consultado en: 20 de mayo
de 2019.
[IV] Datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Opinión sobre
Tecnologías de Información y Comunicación TIC #EncuestaTicBo https://agetic.gob.bo/pdf/ResultadosFinalesEncuestaTIC.pdf Consultado en: 20 de
mayo de 2019.
[V]
Nombre y consigna del movimiento feminista que retumbó en las redes sociales y
que unió a toda América Latina en contra de la violencia de género. Empezó su
actividad en redes sociales en junio de 2015 cuando un grupo de artistas y
activistas en Argentina denunciaron el caso del asesinato de la adolescente
Chiara Páez, replicándose muy pronto en varios países como Brasil, Perú, Chile
y Bolivia.
[VI] Socióloga
de la ciencia y la tecnología. Profesora del departamento de Sociología de la
Universidad de Surrey en Reino Unido. Tiene un enfoque particular en el papel
que juegan las nuevas tecnologías en el proceso de construcción del
conocimiento, además de un gran interés en el desarrollo de la etnografía en
entornos técnicos y en "métodos virtuales" (el uso de Internet en la
investigación social). En particular, ha desarrollado enfoques móviles y
conectivos a la etnografía que combinan contextos sociales en línea y fuera de
línea.
[VII] Último dato actualizado del grupo, consultado en: 09 de mayo de 2019 https://www.facebook.com/groups/323210768016095/
[VIII] El Apthapi se refiere a la comida que se comparte entre miembros de una comunidad o familia, propia de la cultura Aymara donde cada persona lleva algo que cultivó para compartir. En el contexto de la asamblea se refiere a una “lluvia de ideas”.
[IX] Ley para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia No 348 promulgada por el ex Presidente Evo Morales el 9 de marzo de 2013, siendo Bolivia el país con mayor número de feminicidios en Latinoamérica. Según la encuesta publicada en el Latinobarómetro de 2018 el promedio de violencia de género en la región es de 24%, mientras que en Bolivia asciende al 34%, lo que equivale a 10 puntos por encima del porcentaje regional. De esta forma, esta investigación pretende mostrar la realidad de este problema que se vive actualmente en Bolivia y cuáles son las razones fundamentales por las que se inició el movimiento “Ni Una Menos”.