Insistencias de la manifestación feminista: pulso, agenda y masividad en la ciudad de La Plata
Resumen
Este trabajo caracteriza la
conflictividad social feminista a partir de un análisis de las manifestaciones
sucedidas entre el 8 de marzo de 2001 y el 26 de diciembre de 2019 en la ciudad
de La Plata. Tomo estos años como límites del análisis porque, en ambos, la
ciudad fue sede de enormes manifestaciones en el marco del Encuentro Nacional
de Mujeres, en 2001 y del Encontrolazo y el Encuentro
Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y no
Binaries, en 2019. La organización de estos Encuentros ha presentado desafíos
para el activismo local por la gestión que implican y han sido instancias de
aumento en la visibilidad de sus consignas y demandas. Respecto del enfoque de
este artículo, han significado un salto de escala en las manifestaciones de la
ciudad. Por eso, los he elegido como los años límites de esta periodización.
Teniendo en cuenta lo anterior, aquí analizo el pulso de la conflictividad a
partir de la cantidad de manifestaciones por año mostrando que aquello que se
suele caracterizar como la “cuarta ola” del feminismo fue un aumento del número
de manifestaciones por año y de manifestantes sólo en algunas protestas. Señalo
que la intensificación entre 2015 y 2019 no fue la única del período, sino que
existieron dos momentos previos: el año 2007 y los años 2011 y 2012. Para
comprender esos momentos de alza en la conflictividad, abordo la agenda del
activismo local y muestro que las fechas de movilización fueron mayormente
efemérides locales, federales e internacionales y fechas relevantes para
ciertos casos singulares de violencias de género, cisexistas
y heteronormadas de la región. Por último, me refiero
a la masividad en algunas manifestaciones a la luz de la bibliografía acerca de
la “cuarta ola” en Argentina. Argumento que, más que una serie de acciones
siempre masivas, existieron tan sólo algunas con esas características.
Palabras clave: manifestación feminista - La Plata - pulso - “cuarta
ola”
Feminist demonstration persistence:
pulse, agenda and massiveness in the city of La Plata
Abstract
This paper outlines feminist social
conflicts based on an analysis of the demonstrations that took place between on
March 8, 2001 and on December 26, 2019 in the city of La Plata. I based my
study in these two specific dates because, in both occasions, the city hosted
enormous marches within the framework of the Women National Gathering
(Encuentro Nacional de Mujeres), in 2001 and The sexual Dissidence March (Encontrolazo) and the Annual Meeting of Women, Lesbianas, Travestis Transgender,
Bisexuales and Transgenders, Non-binary and Intersex
people (Encuentro Plurinational de Mujeres, Lesbianas,
Travestis, Trans, Bisexuales,
Transvestites, Transgénero, Bisexuales
y personas no binarias), in 2019. The organization of
these meetings has presented challenges to the local activism due to the
planning they require. In addition, these events have been examples of the
increasing visibility of their slogans and demands.
I have chosen these feminist
expressions as the focus of this article, since they have meant an increase in
the usual anti-patriarchal demonstrations in the city. Considering the above, I
analyze the pulse of tension in relation to the amount
of gatherings taken place each year so as to show that what is usually
characterized as the “fourth wave” of feminism was actually an increase in the
number and in the amount of demonstrators of only some protests. I also explain
that the intensification between 2015 and 2019 was not the only one in the
period, since there were two previous moments: in 2007, 2011 and 2012. So as to
understand these moments of upsurge in conflict, I address the local activist
agenda to show that these feminist expressions generally took place on local,
federal, and international dates and, in some cases, on specific ones that
recall cases of gender-based violence and instances of cissexism and
heteronormativity in the region. Finally, I refer to myriads of people in some
demonstrations in the light of the bibliography on the “fourth wave” in
Argentina. I believe that, rather than a series of always massive actions,
there were only a few with this scale and others shared the characteristics
previously outlined.
Keywords: feminist demonstrations - La Plata - pulse - “fourth wave”
Manifestaciones feministas. Notas teóricas y
metodológicas
La bibliografía especializada reconoce
al 3 de junio de 2015 en Argentina como un hito en la historia reciente del
activismo feminista a nivel mundial (Baltic Worlds, 2020; Freire et al, 2018; Juntas y a la Izquierda,
2017). Bajo la consigna “Ni Una Menos” lanzada
por periodistas y trabajadoras de los medios de comunicación se manifestaron
por primera vez en todo el país millones de personas contra la crueldad de los
femicidios. Esta protesta inauguró un periodo de visibilidad en Argentina hacia
ciertas consignas históricas de los feminismos, llegando a replicarse ese mismo
día en otros países del continente, como Chile y Uruguay y del norte global,
como Italia y EE.UU. La singularidad de esta acción en La Plata, que no
abordaré aquí, me llevó a preguntarme por la inscripción de ese 3 de junio (3J)
en la conflictividad feminista de la región.
Siguiendo los aportes de Michel Offerlé (2005), entiendo a las manifestaciones como una
forma de ocupar la calle que se caracteriza por expresar una postura pública
con respecto a un tema controversial, ya sea que la controversia exista
previamente o busque ser creada por la manifestación. Esta, es expresión de
cierta unidad entre quienes participan ya que, coinciden en la importancia de
estar allí más allá de sus posibles diferencias. Sé que poner el foco en las
manifestaciones ciertamente oculta todo un tejido de acciones cotidianas que
han realizado las activistas como acompañamientos ante situaciones de
violencias o embarazos no deseados, asesoramiento legal y psicológico, la
disputa por despatriarcalizar las organizaciones, las formaciones en temáticas
vinculadas con los feminismos y la perspectiva de género, entre muchas otras.
Me centro en las manifestaciones por ser un ámbito privilegiado de estudio en
la medida que allí la política feminista se expresa y cristaliza en banderas,
consignas, canciones y documentos. Dado mi interés en abordar las acciones en
serie, aquí cada manifestación será entendida como un sonido que se teje con
otras anteriores y posteriores creando, de conjunto, el pulso de la acción
colectiva en la ciudad (Valencia García, 2018).
Los años 2001 y 2019 son el marco de
análisis en este trabajo porque fueron años centrales para la política
feminista en la ciudad ya que, en 2001, fue sede del Encuentro Nacional de
Mujeres y, en 2019, del Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis,
Trans, Bisexuales y No Binaries y del Encontrolazo.[I] Todos
ellos resultan eventos críticos (Masson, 2009) por el trabajo de organización
que implican para el activismo local y la visibilidad y escala que tienen sus
manifestaciones callejeras.
Para reconstruir las acciones del
período recurrí a distintas fuentes. Relevé las acciones documentadas en
veintiocho entrevistas. Cinco de esos testimonios se encuentran disponibles en
el archivo Memoria Abierta y otras veintitrés entrevistas fueron realizadas por
mí. También relevé las manifestaciones
mencionadas en dos portales de noticias y en redes sociales de las
organizaciones Las Furiosas, Casa de la Mujer Azucena Villaflor, Malas como las
Arañas, Varones Antipatriarcales, Comisión de Géneros
de Humanidades, Mariposas Mirabal y MuMaLá La Plata.
En la mayoría de los casos, consulté sus blogs excepto para MuMaLá
(porque tenía más información en Facebook) y Malas como las Arañas que, además
de tener su blog, guardó materiales en Tumblr. La mayoría de estas redes cubren
las manifestaciones entre el año 2006 y el año 2016. Previo al 2006, la
principal fuente fue el blog de Casa de la Mujer Azucena Villaflor. Luego del
2016, el aumento en la cantidad de organizaciones volvió inabarcable el
contenido de sus redes. Por eso, para el período 2001-2006 realicé una
sistematización de las noticias publicadas por el diario El Día[II]
que refieren a manifestaciones feministas. Por su parte, el portal Indymedia[III]
sirvió como fuente para recuperar acciones del período 2004-2018. Finalmente,
dado que las redes sociales de organizaciones constituían un corpus inabarcable
a partir de 2016, a partir de ese año nuevamente consulté el portal del diario El Día e Indymedia.[IV]
Utilicé fuentes diferentes para abordar
el período por dos razones. En primer lugar, prioricé el abordaje con portales
de noticias y redes sociales respecto de las entrevistas porque los portales y
las redes estuvieron disponibles cuando construí los datos. Esto ocurrió
durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio y el Distanciamiento
Social, Preventivo y Obligatorio decretado en mi ciudad. La dificultad para
acceder a entrevistas presenciales al inicio de mi trabajo de campo fue un
verdadero problema ya que, como argumentan Balbuena y Nazar (2009), muchos de
los materiales producidos por los movimientos sociales en Argentina son
guardados por quienes fueron sus activistas y no en archivos o instituciones
formalizadas. Esta distancia inicial con los objetos que mis entrevistadas
guardan en sus casas -como panfletos, relatorías, pines y pañuelos- hizo que
desestimara la posibilidad de realizar entrevistas virtuales. Para sortear, al
menos parcialmente, la distancia con su perspectiva respecto de las
manifestaciones, decidí ingresar al campo a través del abordaje de blogs de
organizaciones y luego complementar ese corpus con los portales de noticias.
La segunda razón por la cual utilicé
fuentes distintas tiene que ver con que las redes sociales de organizaciones
tenían un caudal de información concentrado en el período 2006-2016. Por lo
tanto, centré el trabajo con otras fuentes en los años en que la información de
las redes sociales resultaba escasa (2001-2006) o inabarcable con las
herramientas de construcción de archivo que yo conocía (2016-2019).
Insistencias: el pulso del conflicto feminista
En este apartado presento las
manifestaciones como forma de insistencia,
que tanto algunas entrevistadas como cierta literatura reconoce como propia
del feminismo. Sara Ahmed (2018) la describe como la capacidad de persistir en
algo -una idea, un camino, una práctica- con potencia y convicción. De este
modo, si las consecuencias del sistema sexo-género patriarcal persisten, los
feminismos insisten en transformarlas. Esta persistencia puede tener muchas
formas, aparece ya en intervenciones públicas que fueron marginales -como las caracterizan algunos testimonios- de los
primeros dos mil y que, a fuerza de creatividad, articulación y convencimiento
de las activistas, llegaron al estallido del 3J.
Esto no significa que el primer “Ni Una
Menos” sea estrictamente el resultado de la acumulación de lo caminado en los
años previos. Algo de lo imprevisible
y espontáneo de esa convocatoria
excedió a quienes ya participaban de las acciones, como señalan las
entrevistadas. Sin embargo, creo que mostrar el camino recorrido de las
intervenciones públicas feministas en la ciudad es un acto de reconocimiento
hacia quienes militaron cuando muy pocas
se reconocían como feministas (Mirta Bruno, 72 años, ATE, marzo 2022) y las
manifestaciones eran, ante todo, no
masivas (Gabriela Barcaglioni, 58 años, Casa de
la Mujer Azucena Villaflor, diciembre 2021).
En clave de insistencias y pulso, en el
período 2001-2019 crecieron la cantidad de manifestaciones por año casi de
manera sostenida y hubo momentos donde la cantidad de intervenciones callejeras
destacan por encima de esa tendencia general. Desde el 8 de marzo de 2001 al 26
de diciembre de 2019 relevé doscientas noventa y seis manifestaciones. Ciento
cuarenta y ocho antes del 3J y ciento cuarenta y ocho después. Esto implica que
en los últimos cuatro años del período de análisis se realizaron la misma cantidad
de acciones que en los quince años previos. En términos de pulso, caracterizo
estos últimos años como un momento de aceleración de la manifestación inscripta
en un proceso más amplio de intensificación de la presencia callejera del
activismo.
Cuadro I. Manifestaciones según año |
|
Fuente:
elaboración propia en base a los registros de manifestaciones del diario El
Día, el portal Indymedia y testimonios de las
entrevistadas. |
El Cuadro I muestra la frecuencia total
de acciones según el año en que se realizaron. La línea color verde incluye las
manifestaciones que han sido documentadas en las notas periodísticas del diario
El Día, en el portal Indymedia o en
publicaciones subidas a los blogs de las organizaciones ya mencionadas. La
línea violeta también suma aquellas manifestaciones que fueron referidas sólo
en las entrevistas o que se desprenden necesariamente de las fuentes
documentales disponibles.[V] Aquí
podemos ver que ya existía una intensificación o tendencia general al alza
previo al 2015 y tres momentos diferenciables de mayor
auge. El primero en el año 2007, el segundo en 2011-2012 y el tercero en
2015-2019. Cada uno de ellos dejó un piso más alto de cantidad de
manifestaciones por año; es decir, luego de cada momento de auge en la
movilización, el pulso de la manifestación descendió, pero sin llegar a la
dinámica anterior. Ahora bien, ¿por qué se produjeron esos tres períodos de
crecimiento?
Para responder a esta pregunta recupero
el concepto de agenda tal como lo trabaja Agustina Sarati
(2019) para el análisis de las protestas feministas entre 2007 y 2017 en La
Plata y propongo la idea de causa
feminista para comprender la aceleración de los ritmos activistas como momentos
donde ciertas luchas conmovieron a la militancia local y la volcaron a la
calle.
Agenda
Entiendo por agenda feminista a las
fechas que el activismo ha considerado relevantes para manifestarse,
considerando que no todos los eventos fueron igualmente importantes para las
organizaciones ni se sostuvieron necesariamente en el tiempo. En este sentido,
aquí la agenda es el conjunto de fechas donde, al menos, algunas organizaciones
han realizado manifestaciones con mayor o menor acuerdo entre sí acerca de la
relevancia de intervenir públicamente ese día, qué hacer y dónde hacerlo.
Dentro de las doscientas noventa y seis
manifestaciones, existieron intervenciones de tres tipos. En primer lugar,
fueron ciento veintiún las convocadas con motivo de una efeméride. Es decir,
realizadas en el marco del aniversario de un evento significativo para, al
menos, un sector del activismo. En los dos primeros años del período, las
fechas instaladas en la agenda ya eran el 8 de marzo (Día Internacional de la
Mujer/ de la Mujer Trabajadora/ de las Mujeres según el año y el colectivo que
convoque)[VI], el 25 de
noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer)[VII] y el 1°
de diciembre (Día Mundial de Lucha contra el Sida)[VIII].
Para el 2003 ya hay registro de acciones callejeras con motivo del 28 de
septiembre (Día por la Despenalización del aborto en América Latina y el
Caribe)[IX]. Recién
en 2007, cuatro nuevos eventos se incorporaron: el 28 de mayo (Día
Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres)[X]
y el 28 de junio (Día Internacional del Orgullo LGBT)[XI].
Ese año también se realizó la primera marcha del Orgullo LGBT de la provincia
de Buenos Aires. Hasta 2010, inclusive, fue una única movilización. Luego se
bifurcó en dos marchas diferentes. Una continuó con el nombre provincial y otra
del “Orgusho LGTTTBIQP” (Losso,
2022).[XII] Además,
en septiembre de 2008 se incluyeron en el calendario las Primaveras Lésbicas[XIII] y, en
2010, se incorporó el 7 de marzo (Día de la Visibilidad Lésbica)[XIV]. El 22
de octubre de 2011 se realizó, por primera vez, una acción callejera en el
marco del Día de Acción por la Despatologización de las Personas Trans.[XV]
Finalmente, en 2014, se realizaron acciones con motivo del 18 de mayo (Día
Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia)[XVI] y, en
2015, por el 3 de junio (Ni Una Menos).
No todas estas efemérides han persistido
en el tiempo. El Día Internacional de las Mujeres (desde 2001), el Arde el
Closet (desde 2007), el Día de la Visibilidad Lésbica (desde 2010) y el “Ni Una
Menos” (desde 2015) son las únicas efemérides que han implicado, al menos, una
manifestación durante cada año desde la primera vez que se realizaron. Todas
las demás fechas han involucrado acciones en momentos donde la conflictividad
social alrededor de la lucha que visibiliza la efeméride ha sido mayor. Por ejemplo,
las manifestaciones en el marco del 28 de septiembre y el 28 de mayo por el
derecho al aborto siempre implicaron una intervención los años donde o bien se
presentó el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo o éste
perdía estado parlamentario.[XVII] La
Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentó
proyectos de ley para despenalizar y legalizar el aborto en los años 2007,
2008, 2010, 2012, 2014, 2016, 2018 (primera vez que se trató) y, finalmente en
2020 cuando se aprobó.
En segundo lugar, ubico las ciento dos
manifestaciones convocadas ante una historia singular de violencias
patriarcales, heteronormadas o cisexistas
(mayormente, femicidios o travesticidios). En su
mayoría, las manifestaciones suelen recuperar las fechas claves para cada
historia. Algunas de estas fechas han calado hondo en el movimiento local y se
convirtieron en parte del calendario anual para algunas organizaciones, como es
el caso del 22 de febrero con motivo del aniversario del femicidio de Sandra
Ayala Gamboa y el 26 de julio recordando la desaparición de Johana Ramallo.
Asimismo, recuperando un repertorio de acción que algunas entrevistadas
vincularon con las acciones del activismo por los derechos humanos ante
desapariciones forzadas, ha sido usual que familiares, amigues y organizaciones
se movilicen de manera más intensa inmediatamente después de la desaparición o
el asesinato para luego insistir en los aniversarios anuales y en las fechas
claves para el derrotero de las causas judiciales.
De las setenta y tres manifestaciones
restantes, ninguna se realizó en una fecha que ya fuese significativa para el
activismo ni ese día se constituyó como tal luego de realizarse la protesta.
Fueron acciones convocadas para intensificar la conflictividad social feminista
en relación con una causa particular.
Así, quince fueron acciones directas convocadas específicamente por el derecho
al aborto legal, seguro y gratuito (tres de ellas antes de 2018 y todas las
demás entre 2018 y 2019). Otras trece fueron acciones en respuesta a violencias
cisexistas y heteronormadas:
concentraciones ante el hostigamiento policial en la zona roja, la violencia
física en la calle hacia personas LGBTTTIQPA+ y la derogación de los códigos de
faltas provinciales que criminalizan a personas trans y travestis. Las demás
manifestaciones fueron en respuesta ante casos de abusos y violencias sexuales
ocurridos en la región, acciones para la organización de los Encuentros, paros
de las trabajadoras de la línea 144 y manifestaciones por la implementación de
políticas públicas para personas con VIH. También relevé intervenciones en
fechas claves para el activismo de derechos humanos (24 de marzo) y de la clase
trabajadora (1° de mayo) con la intención de imprimirle una perspectiva de género
a los eventos.
Aquí el punto central es que los dos
primeros tipos de manifestaciones explican más del 75% de las acciones, con lo
cual puedo sostener que la agenda feminista de La Plata se ha configurado
alrededor de efemérides (internacionales, federales o locales) y con el pulso
que le ha dado al calendario el seguimiento de casos singulares de femicidios y
travesticidios -sobre todo de aquellos ocurridos en
la región-. Esto tensiona el carácter acontecimental
del primer “Ni Una Menos”.
Como veremos en las próximas páginas,
algunas consideraciones acerca la novedad que inauguró -por ejemplo, en
términos de masividad de sus protestas- son pertinentes; no obstante, al menos
en el análisis realizando hasta aquí, la agenda feminista no ha sufrido mayores
transformaciones a partir del 2015. Es decir, el aumento de la cantidad de
acciones por año a partir del 3 de junio de 2015 continuó sosteniéndose sobre
un piso de efemérides y el seguimiento a historias singulares de violencias de
género, cisexuales y heteronormadas. Recién en 2018,
en el marco de la “marea verde” y con la profundización de la lucha callejera
por la interrupción voluntaria del embarazo se produjo un crecimiento
significativo de aquellas acciones realizadas por fuera del calendario usual.[XVIII]
La reconstrucción de las fechas significativas para la agenda feminista puede darnos una pista acerca de cuáles han sido las problemáticas que han movilizado al activismo. Sin embargo, las fuentes del período muestran que las causas no se restringen a determinadas fechas, sino que las desbordan e insisten en estar presentes en múltiples manifestaciones más allá de las consignas que motivaron las convocatorias. Por ejemplo, la insistencia de la causa por el acceso al aborto en las más diversas acciones durante esos casi veinte años. Esta práctica de llevar demandas y consignas a todas partes amerita un análisis de las causas más allá de las convocatorias explícitas de las manifestaciones. Este análisis sigue la dinámica presentada en el Cuadro I para interrogar la relación entre la intensificación de la manifestación y las causas feministas a lo largo del período.
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Fotografía de la manifestación del 25/11/2008 en la puerta del edificio estatal donde fue hallada Sandra Ayala Gamboa. En primer plano, tres banderas con las consignas: “No más Romina Tejerina. Aborto Libre”, “No a la discriminación. Justicia para todos” y “En Rentas asesinaron a Sandra”. Es decir, la visibilización de la muerte de Sandra Ayala Gamboa en tanto asesinato (“En Rentas asesinaron a Sandra”) pero también el derrotero xenófobo que tuvo su causa penal a raíz de su condición de migrante del Perú (“No a la discriminación. Justicia para todos”). También se visibiliza en la fotografía, la causa por la libertad de Romina Tejerina (joven tucumana presa entre 2005 y 2012 acusada de asesinar a la bebé que había parido producto de una violación). (Fátima, 2008) |
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Volante de la
acción a dos años del asesinato de Sandra Ayala Gamboa (23/02/2009). Imita la
estética de una boleta de ARBA. Destacamos que en el recuadro inferior se
encuentran consignas por la libertad a Romina Tejerina, educación sexual para
decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.
Fuente: Archivo personal Pablo de la organización Arde Pandora. |
Causas feministas
La primera vez que oí el término causa fue cuando una entrevistada me
estaba comentando qué había significado el femicidio de Sandra Ayala Gamboa
para ella y para la militancia de la organización Las Furiosas. Dijo: "ese modo de activismo de distintos espacios por una causa, más que caso
(porque hay quienes dicen caso. Nosotras hablamos más de causa), dejó esa
enseñanza (...)” (Luciana Guerra, 44 años, Las Furiosas, enero 2023).
A partir de la distinción entre hablar
de caso o hablar de causa releí una
serie de diferenciaciones que me resultaron útiles para caracterizar la
historia del activismo feminista en la ciudad en una clave que priorizara la
percepción de las propias activistas acerca de aquello que motivaba su acción.
En ese relato, las causas se definían
por ser historias que habían conmovido al activismo local y lo había llevado a
movilizarse. No eran construidos como casos en tanto ilustraciones de algo
mayor (por ejemplo, casos de violencia patriarcal) sino que eran historias de
vida que impactaron en las militantes, alimentaron su deseo de hacer política,
se convirtieron en motores de su acción y en razones por las cuales insistir en
el activismo antipatriarcal. De este modo, aquí las causas del activismo feminista son,
antes que una formulación para interpelar a un otro en forma de demanda (sea el
Estado, los gobiernos o las personas no involucradas en el activismo), un
movilizador de las militantes.
Entre el 8 de marzo de 2001 y diciembre
de 2006 las causas que han conmovido
han tenido que ver con el esclarecimiento de la muerte de Cintia Saavedra[XIX], la
judicialización y dilación del derecho a abortar de L.M.R[XX] y el
femicidio de Adriana Rodríguez[XXI]. Además
de estas historias, las organizaciones se han movilizado por el hostigamiento
policial a trabajadoras sexuales o personas en situación de prostitución (según
la organización convocante), en contra de los códigos de faltas en la provincia
que criminalizan el vestirse con prendas consideradas de otro género y por la
sanción de la unión civil entre personas del mismo sexo. También por
la regularización en el acceso a tratamientos para el VIH y por el acceso
irrestricto a métodos anticonceptivos.
Durante esos años, las manifestaciones
donde se han visibilizado un mayor número de
causas han sido las del 8 de marzo y las del 25 de noviembre en donde las
demandas por derechos sexuales y por vidas libres de violencias de género se
conjugaron con una mirada feminista de temas como la deuda externa, las crisis
económicas y el mundo del empleo. Por ejemplo, las organizaciones se
movilizaron: “contra la pobreza, la desocupación, la violencia hacia las
mujeres, por los derechos sexuales y reproductivos, contra el aumento a la edad
jubilatoria de las mujeres y contra la impunidad de los genocidas” en el caso
de la marcha del 8 de marzo del 2001[XXII] o en contra
de “la violencia contra la mujer como una violación a los derechos humanos,
mencionando como violencia además de la doméstica, la sexual y el femicidio, el
desempleo, la exclusión, la corrupción, la impunidad.” para el caso del 25 de
noviembre de 2003.[XXIII]
En el 2007, ocurre el primer momento de
auge en la manifestación tal como muestra el Cuadro I. Si observamos la serie,
en el año 2006 se produjeron ocho manifestaciones, en el 2007 quince y en 2008,
ocho. De las quince manifestaciones de dicho año, nueve fueron explícitamente
convocadas a raíz de la desaparición y el asesinato de Sandra Ayala Gamboa y
dos fueron acciones de visibilización de la heterosexualidad obligatoria -el
primer Arde el Closet y la primera marcha del Orgullo de la ciudad-. Finalmente,
cuatro fueron efemérides (8 de marzo, 28 de mayo, 28 de septiembre y 25 de
noviembre).
La bibliografía consultada coincide con
las entrevistadas en que el femicidio de Sandra Ayala Gamboa fue un parteaguas
para el activismo local (Sciortino y Guerra, 2009;
Cisneros, Barcaglioni y Galletti,
2016; Sciortino, 2017). Desde la perspectiva de las
manifestaciones, fue la primera vez en los años que analicé que las
intervenciones callejeras se sostuvieron periódicamente y, además, el lugar
donde fue hallada sin vida se convirtió en un punto de circulación para las
manifestaciones posteriores tanto feministas como del activismo por los
derechos humanos.
Así, si bien la dinámica de realizar
manifestaciones una vez por semana y luego una vez por mes ya existía en el
activismo por los derechos humanos de la ciudad, fue la primera vez en el
período que estas acciones se realizaron ante un femicidio.[XXIV]
Esta adaptación de un repertorio de acción que venía caracterizando a la lucha
por las apariciones con vida de desaparecidos y desaparecidas, se explica por
la relevancia que tuvieron las organizaciones de derechos humanos en la causa por Sandra Ayala Gamboa. Por
ejemplo: “la primera movilización y
acción callejera importante que se definió hacer fue para el 8 de marzo y fue
convocada por la Multisectorial de Derechos Humanos de La Plata, Berisso y
Ensenada, las colectivas feministas Mariposas Mirabal, la Casa de la mujer
Azucena Villaflor y por las comisiones de género de distintas facultades” (Sarati, 2019, p. 60) y por el involucramiento de activistas
de organismos de derechos humanos que construyeron un sentido del crimen de
Sandra asociado al hecho de que estuvo desaparecida (Sciortino
y Guerra, 2009).
Luego de este primer pico de
intervenciones públicas, la cantidad de manifestaciones por año no volvió a los
números previos al 2007. Si bien descendió el número (de quince manifestaciones
en 2007 a ocho en 2008), los años siguientes se mantuvo más alto que en 2006 y,
además, en constante crecimiento. Durante los años 2008, 2009 y 2010 las causas ya mencionadas continuaron siendo
relevantes para el activismo. Se realizaron intervenciones callejeras exigiendo
justicia y en memoria de Sandra Ayala Gamboa, por el acceso a tratamientos por
VIH, festivales por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y los eventos
anuales vinculados con el orgullo LGBTTTIQPA+. También conmovió el lesbicidio o femicidio lésbico de la Pepa Gaitán el cual se
inscribió en un contexto más general de crecimiento del activismo de lesbianas
a través de las llamadas Primaveras Lésbicas[XXV]
y de besazos públicos a modo de escrache contra la heteronormatividad y la
injerencia de la Iglesia católica en las políticas públicas de la región.[XXVI]
En los años 2011 y 2012 ocurre el
segundo momento de intensificación. Allí pasamos de tener once manifestaciones
en el año 2010 a la realización de dieciocho y veinticinco manifestaciones en
los dos años siguientes. La mayoría (once) fueron en reacción a los femicidios
de Victoria Bertora[XXVII],
Mariana Condorí[XXVIII],
Marisol Gutner[XXIX],
Micaela Galle, Bárbara Santos, Susana de Barttole,
Marisol Pereyra[XXX] y el travesticidio de Carolina La Moma Abad[XXXI].
Algunos testimonios caracterizan esos años como un momento donde a nivel
legislativo ya se había reconocido algunas violencias perpetradas por el
sistema sexo-género patriarcal[XXXII] a la
vez que los engranajes del Estado que debían resolver situaciones concretas de
violencias de género insistían en ignorar ese clivaje, al menos en los
femicidios y el travesticidio mencionados.
Así, la lucha feminista se manifestó
contra la libertad condicional otorgada a Ricardo Barreda en 2011, contra la
posibilidad de dejar en libertad por falta de pruebas al principal sospechoso
del asesinato de Micaela Galle, Barbara Santos, Susana de Barttole
y Marisol Pereyra en 2012 y contra la desestimación de fiscales y jueces de los
agravantes por violencias de género en la resolución de las causas por las muertes de Mariana Condorí y Marisol Gutner.
Asimismo, durante esos dos años, continuaron movilizando al activismo feminista
la legalización del aborto a través de la realización de festivales,
bicicleteadas, movilizaciones e intervenciones artísticas, también la
visibilidad lésbica, las acciones por los derechos de las personas trans y
travestis y las marchas del orgullo anuales. Finalmente, destaca por la rapidez
de su convocatoria y su carácter federal, la manifestación del 12 de diciembre
de 2012, el día que absolvieron a todos los implicados en la causa penal por la
desaparición de María de los Ángeles “Marita” Verón.[XXXIII]
Luego de este bienio de auge impulsado
por las acciones de familiares, amigues y organizaciones a raíz de ciertos
femicidios y travesticidios ocurridos en la ciudad,
los años 2013 y 2014 fueron un período de descenso en la cantidad de acciones
dieciséis y catorce intervenciones por año, respectivamente. Más de la mitad de
las acciones (dieciocho) fueron convocadas con motivo de efemérides. Y, dentro
de ellas, casi la totalidad (doce) fueron acciones de visibilización de la
violencia cisexista y heteronormada
ya como causas establecidas en el
calendario activista de la ciudad. A estas se les suman otras tres acciones
que, por fuera del calendario, también refirieron a causas LGBTTTIQPA+: dos concentraciones en una Fiscalía por
hostigamiento policial a personas trans y travestis en la zona roja y una
intervención en el centro de la ciudad luego que dos personas fueron agredidas
físicamente por su orientación sexual.
Esto implica que, si bien hubo un
descenso en la cantidad de manifestaciones en términos relativos durante el
2013 y el 2014, las causas
LGBTTTIQPA+ tomaron una relevancia mayor que aquellas vinculadas con la
desigualdad entre varones y mujeres cis heterosexuales. Por fuera de las
efemérides del 8 de marzo, el 28 de septiembre y el 25 de noviembre se
realizaron dos escraches ante situaciones de acoso laboral y abuso sexual, tres
acciones ante movimientos en la causa
judicial del femicidio de Sandra Ayala Gamboa y una procesión de vírgenes
(piqueteras, travas, aborteras, entre otras) con
motivo del 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
A partir del 2015 y hasta el 2018 la
cantidad de acciones por año creció. En esta clave, el 2015 y el 2016 son años
más bien ambiguos ya que si bien representan un crecimiento con respecto al
2014, no sobrepasan el pico de intensificación previo (veinticinco acciones en
2012), con lo cual es posible caracterizar a ese bienio como un inicio más bien
ralentizado de la intensificación feminista que se potenciará a continuación.
En este sentido, los números de 2017 (cuarenta) y 2018 (treinta y siete) son un
indicador del crecimiento y la visibilidad de las causas feministas al calor de lo que algunas investigaciones llaman
“cuarta ola” y la marea verde. En el último apartado volveré sobre estas
conceptualizaciones. En este punto sólo quiero señalar que el acontecimiento
que significó el 3J se inscribe en un largo proceso de crecimiento de la
cantidad de manifestaciones y de las causas
feministas en la ciudad.
En este punto, surge la pregunta acerca
del impacto del 3J en las historias que afectaron a la militancia. Del 3J a
finales de 2018 treinta y tres manifestaciones fueron en el marco de las
efemérides feminista sin que se sumara ninguna nueva fecha luego del Ni Una
Menos. Asimismo, tal como sucedió en
los dos momentos de auge previos, la mayor parte de las manifestaciones
(cuarenta y ocho) fueron convocadas a raíz de la desaparición de una mujer, un
femicidio o travesticidio. La causa que más manifestaciones convocó fue la desaparición de Johana
Ramallo[XXXIV] y el
lento proceso judicial que se inició desde allí para encontrarla. También
conmovió el femicidio de Lucía Ríos Muller[XXXV], la
desaparición de Ruth Ávila Zambrana[XXXVI]
y el crimen de Emilia Uscamayta[XXXVII].
También fueron convocadas, en 2016, acciones por movimientos en las causas judiciales por el asesinato de
Mariana Condorí y los femicidios de Micaela Galle,
Bárbara Santos, Susana de Barttole y Marisol Pereya. En 2017 también realizaron intervenciones en
memoria de Shirley Bombón[XXXVIII] y La
Moma así como concentraciones por los travesticidios
de Angie Velázquez[XXXIX] y
Pamela Mancebo Panduro que murieron privadas de su libertad y otra por la
absolución de los implicados en el juicio por el femicidio de Natalia Mellmann[XL], ocurrido
en la ciudad de Miramar en 2001.
Esta última acción tuvo una escala
federal así como la tuvieron el Paro Nacional del 19 de octubre de 2016 a raíz
del femicidio de Lucía Pérez[XLI] y la
movilización del 11 de abril de 2017 por el femicidio de Micaela García.[XLII] También
fue federal el primer Paro Nacional de Mujeres el 8 de marzo de 2016 y tuvieron
carácter internacional los Paros de Mujeres, lesbianas, travestis, trans,
bisexuales y no binaries a partir de allí.
Hasta aquí, la importancia de las
efemérides y las historias singulares de violencia se condice con lo sucedido
en los momentos de intensificación del 2007 y el bienio 2011-2012. La principal
diferencia es la cantidad de manifestaciones que se convocaron en los últimos
años específicamente para exigir la sanción del aborto legal, seguro y
gratuito. Si bien esta consigna tiene una larga trayectoria de lucha en la
ciudad tanto en las fechas que aluden a su legislación (28 de mayo y 28 de
septiembre) como así también en otras manifestaciones, es desde febrero de 2018
que se intensifican la cantidad de acciones convocadas sólo con motivo de la
legalización del aborto. Así se multiplicaron los pañuelazos
en la ciudad hasta el día de la sesión parlamentaria en la Cámara de Senadores
de la Nación que, finalmente, no aprobó la interrupción voluntaria del
embarazo.
Por último, si bien en 2019 las acciones
feministas fueron menos que en los años previos, la mínima diferencia impide
caracterizar ese año como un momento de ralentización de la conflictividad
social feminista. Además, dado que a partir del 20 de marzo del 2020 la
disposición del ASPO imposibilitó las manifestaciones públicas tal cual las
veníamos conociendo, se torna difícil interpretar el numero de 2019 ya sea como
el inicio del descenso de la manifestación o como una posible estabilización
alta de la conflictividad social feminista en números nunca antes vistos para
esta ciudad.
De todos modos, las causas feministas en 2019 siguieron vinculadas con las efemérides y
las historias singulares de violencias como el femicidio de María Emma Córdoba.[XLIII]
Destacan aquí las acciones de alcance federal e internacional contra las redes
de abuso sexual eclesiástico, las asambleas públicas de las Comisiones
Organizadoras de los Encuentros de 2019 y acciones por la legalización del
aborto.
Más allá de la «cuarta ola»
Las olas feministas son una imagen que
ha servido para presentar los avances y retrocesos de las protestas feministas
en el tiempo. A pesar de sus virtudes, la reconstrucción que realizamos de la
dinámica de las manifestaciones no tiene lugar dentro de la imagen de olas
feministas que se suceden entre sí. De hecho, el período comprendido entre el
2001 y el 2015 no ingresaría en ninguna ola dado que, para algunas autoras, la
tercera ola nacería alrededor de los noventa y la cuarta ola recién luego del
2010 en un contexto general de intensificación de la protesta de los
movimientos sociales a nivel mundial.[XLIV]
A pesar de la invisibilización como
consecuencia de la imagen de las olas, aún es posible que los análisis
existentes de la “cuarta ola” en Argentina puedan aportar elementos para la
comprensión de las manifestaciones en La Plata a partir del 2015. En consecuencia,
en este apartado me propongo recuperar la caracterización de la “cuarta ola” en
Argentina. Muestro que el elemento más destacado por la literatura es la
masividad y, en consecuencia, la abordamos en el caso de La Plata.
Para algunes autores, el 3 de junio de
2015 fue el comienzo de la “cuarta ola” feminista en Argentina. Estaríamos ante
un ciclo de intensificación y auge de la protesta caracterizado por su alcance
internacional (Corazza, 2019; Rovetto, 2019; Pulleiro, 2019; Pose, 2020; Rainero
y Servent, 2018; Pis Diez, 2018; Freire et al, 2019;
Juntas y a la Izquierda, 2017), el involucramiento de sujetos heterogéneos o
plurales en la política (Corazza, 2019; Pis Diez, 2018; Rovetto,
2019; Orellana Rueda, 2020; Freire et al, 2019; Juntas y a la Izquierda, 2017),
una creciente radicalidad en las demandas sobre todo vinculadas con el derecho
a decidir sobre el propio cuerpo (Rovetto, 2019;
Freire et al, 2019), el aumento de la incidencia política de las acciones
colectivas (Rovetto, 2019; Freire et al, 2019), la
masividad en las manifestaciones (Corazza, 2019; Rovetto,
2019; Pis Diez, 2018; Pulleiro, 2019; Pose, 2020) y
las referencias humorísticas en consignas e intervenciones públicas (Rainero y Servent, 2018).
Como señalé previamente (Esquivel,
2022), es discutible que estos elementos sean características exclusivas de una
“cuarta ola”. De hecho, más que distintivos de un período específico de la
protesta feminista, las redes internacionales, la radicalidad en las demandas,
el uso del humor como herramienta de interpelación y las diferencias entre los
sujetos que se identifican con los feminismos caracterizaron todo nuestro
período de análisis en la ciudad de La Plata. Resta, entonces, como novedad de
ese 3 de junio la masividad de la convocatoria y su repercusión mediática.
A partir del 3J es posible encontrar,
por primera vez en el período, niveles de convocatoria en las protestas de la
ciudad en términos de miles o multitudes. Sin embargo, como muestra el Cuadro
II, ese salto de escala no significó que se haya establecido un piso de
participación de miles en cada una de las manifestaciones a partir de esa
fecha. De hecho, continuó habiendo convocatorias que tuvieron una participación
similar a los números previos al Ni Una Menos, ilustradas en todas las líneas
de color verde que se encuentran a la derecha del 3 de junio de 2015 en el
gráfico siguiente.
Cuadro
II. Cantidad de participantes según manifestación[XLV] |
|
|
Fuente:
elaboración propia en base a información disponible en los portales El Día e Indymedia. Las líneas de color verde se referencian en la
escala del lado izquierdo y las líneas violetas en el lado derecho. |
En consecuencia, la imagen de una ola
que masifica las acciones feministas necesita matices. Al menos con los datos
aquí analizados, el crecimiento exponencial de las convocatorias a partir del
3J se dio en protestas singulares. Fueron las acciones anuales del Ni Una Menos
y por el 8 de marzo las que se llevaron el protagonismo en términos de cantidad
de manifestantes. También destacan en estos términos algunas de las
intervenciones públicas realizadas a raíz del femicidio de María Emma Córdoba y
ciertas acciones por la desaparición de Johana Ramallo. Sin embargo, tanto por
estos crímenes como por otras causas
feministas, también se realizaron manifestaciones en la ciudad que no reunieron
los números espectaculares que caracterizan las imágenes de la “cuarta ola”. En
este sentido, la conflictividad social feminista ganó, a partir del 3 de junio,
un nuevo escenario de masividad que sólo había experimentado previamente en el
marco de los, entonces llamados, Encuentros Nacionales de Mujeres pero continuó
también expresándose en escenas con decenas o cientos de manifestantes.
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* Socióloga y Profesora en Sociología. Doctoranda en Ciencia Sociales en la Universidad Nacional de La Plata. Becaria doctoral del CONICET con lugar de trabajo en el Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP - CONICET). Contacto: esquiveljuliana95@gmail.com
Juliana Esquivel. “Insistencias de la manifestación feminista: pulso, agenda y masividad en la ciudad de La Plata” en Zona Franca. Revista del Centro de estudios Interdisciplinario sobre las Mujeres, y de la Maestría poder y sociedad desde la problemática de Género, N°32, 2024 pp. 147-177. ISSN, 2545-6504 Recibido: 02 de febrero 2024; Aceptado: 29 de abril 2024 |
.
[I]Parte de la Comisión Organizadora del
evento nombró a ese Encuentro como “Encuentro Nacional de Mujeres” (ENM)
mientras que otro sector lo nombró como Encuentro Plurinacional de Mujeres,
Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries (EPMLTTBNB). Estos
tuvieron diferentes páginas web, contenido de talleres oficiales y distintos
pronunciamientos políticos. Puede consultarse una reconstrucción de los
argumentos respecto del nombre y contenido del evento en Caimmi
(2019)
[II]El
diario El Día fue fundado en la
ciudad de La Plata en 1884. Es el diario más leído en la región. Cuenta con un
archivo digital y su versión impresa es archivado en la Hemeroteca de la
Biblioteca Pública de la UNLP.
[III]El
portal Indymedia
publicó por primera vez el 3 de marzo de 2004. Surge con el objetivo de
comunicar sobre las luchas populares de la ciudad desde la “propia perspectiva
de los movimientos” (“Nace el Centro de Medios Independientes La Plata (((Indymedia LP)))”, s/f). Funcionó con un esquema de publicación abierto,
aunque los posteos eran revisados por un equipo de
trabajo. Llegué al portal por sugerencia de algunas entrevistadas que
mencionaron que allí encontraría fotos y noticias de la época.
[IV]Las noticias del diario El Día publicadas en los períodos
2001-2002 y 2016-2019 fueron abordadas mediante scrapeo
web (Bradley y James, 2019), una estrategia semi automatizada de construcción
de datos. La utilicé con el objetivo de crear una única matriz de datos con
todas las noticias publicadas en la web del diario. La creación de esta base
mediante la generación de líneas de código en el programa RStudio
me permitió automatizar el proceso de interacción con el portal y obtener una
única matriz. Respecto del período 02/01/2003 - 31/12/2006, fueron revisadas de
forma manual todas las noticias disponibles en el archivo digital del diario.
Para el período 2001-2006
surgió el inconveniente de la calidad de las fotografías
disponibles en la web; en consecuencia, visité la hemeroteca de la Biblioteca
Pública de la UNLP para digitalizar el material necesario. Respecto al sesgo en
la construcción de datos a partir de fuentes periodísticas, Albrieu
y Palazzo (2020) afirman que éste no es un problema si los efectos de la
presión que generan distintos actores sociales para que un evento se publique o
no se mantienen constantes a lo largo del tiempo. Aquí afirmo que los datos
construidos estarían igualmente sesgados para todos los años con un sesgo
constante. El diario publica las más variadas protestas (incluso cortes de
calles con mínima participación o alejados del casco urbano), por lo cual no
tengo indicios de que exista un interés particular por ocultar la
conflictividad feminista.
[V]Para el caso de 2007 incluí en violeta las
manifestaciones realizadas todos los meses por el femicidio de Sandra Ayala
Gamboa ya que los testimonios de las entrevistadas mencionan esta periodicidad
aunque las fuentes documentales no lo registren. Del mismo modo, incluí algunas
ediciones de acciones colectivas que se desprenden de su periodicidad anual.
[VI]El asesinato de obreras de la fábrica
Cotton (Nueva York) en 1908 es el hito que retoma Clara Zetkin
en 1910 durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en
Copenhague para proponer al 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer
Trabajadora”. Zetkin argumenta que debía ser ese día
no sólo por la quema premeditada de obreras en manos de su patrón sino también
por ser una fecha impulsada por las mujeres del Partido Socialista de EEUU que,
ya desde inicios del Siglo XX, conmemoraban el “Día de la Mujer” el 8 de Marzo.
[VII]Esta fecha fue establecida en el I
Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en 1981 en conmemoración del
asesinato de tres militantes políticas: las hermanas Mirabal -Patria, Minerva y
María Teresa-, asesinadas en 1960 durante la dictadura de Trujillo en República
Dominicana.
[VIII]Esta fecha fue elegida por el activismo
contra el sida de EEUU en 1988, por estar lo suficientemente alejada de las
elecciones presidenciales de ese año para producir un impacto mediático.
[IX]La efeméride fue propuesta en 1990,
durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en San
Bernardo, Argentina. Allí feministas brasileras compartieron con activistas de
toda la región sus investigaciones sobre los usos del misoprostol, un fármaco
comercializado originalmente para tratar úlceras gástricas que produce
contracciones uterinas y, en consecuencia, un aborto efectivo y seguro. Las
brasileñas propusieron esta fecha en memoria del año 1871 cuando Brasil adoptó
la ley de ‘vientres libres’ que otorgó libertad a todas las personas nacidas de
mujeres esclavas.
[X]Este día de acción fue impulsado por la
Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en el marco del V
Encuentro Internacional de Mujer y Salud realizado en San José, Costa Rica en
1987. La fecha era emblemática dado que un 28 de mayo de 1984 setenta
activistas de América Latina y el Caribe se reunieron en Colombia para
participar en la I Reunión Regional Mujer y Salud, donde acordaron crear dicha
Red.
[XI]Esta fecha fue elegida en memoria de las
revueltas que se iniciaron en las inmediaciones del bar Stonewall
Inn en New York en rechazo de las constantes redadas
policiales a travestis, gays y lesbianas. En
Argentina, en 1992 se realizó la primera Marcha, entonces llamada, del Orgullo
Lésbico Gay en la Capital Federal.
[XII]A partir de la primera marcha en Neuquén
Capital en 2002 se abrió un nuevo escenario de descentralización de las marchas
del orgullo que, hasta entonces, sólo ocurrían en las regiones metropolitanas
del país (Rosario, Córdoba, Mendoza y CABA). En esa línea de descentralización
se inscriben las marchas del orgullo en la ciudad. Según Ponce y Larreche (2021), una cuestión que se destaca en las marchas
del orgullo que suceden en La Plata es la importancia de la presencia del
activismo trans ya sea con sus propias organizaciones o con sus demandas en los
documentos finales. Disentimos con los autores en su afirmación de que la
ciudad de La Plata comenzó con sus manifestaciones por el orgullo luego de la
sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario en 2010.
[XIII]Las Primaveras Lésbicas fueron acciones
que se realizaron desde 2008 de forma anual durante ciertos fines de semana de
septiembre y octubre. Incluían intervenciones artísticas, lectura de poesía,
feria y festivales de música. En las fotografías de 2010, las primeras de las
que hay registro, pueden verse stencils usados con
las frases “No digas amor cuando es violencia”, “Libertad a Romija
Tejerina”, “Luche y resista” (Blog Malas como las arañas. Disponible en
https://cargocollective.com/Malascomolasa/Primavera-Lesbica).
[XIV]El 7 de marzo de 2010, en la provincia de
Córdoba, fue fusilada por la espalda La Pepa Gaitán por Daniel Torres, el
padrastro de quien entonces era su pareja. El asesino fue condenado a 14 años
de prisión sin considerarse como agravante la discriminación como lesbiana. En
2019, Torres recuperó su libertad. En memoria de La Pepa el activismo lésbico
instaló a nivel nacional el Día de la Visibilidad Lésbica el 7 de marzo.
[XV]En 2011 y 2012 se realizaron en la ciudad
de La Plata acciones por el Día Internacional por la despatologización de las
personas trans. Ambas fueron acciones enmarcadas en la campaña mundial “Stop
Trans Pathologization”.
[XVI]En esta fecha se recuerda la eliminación
de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la
Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1990.
[XVII]En este punto, es necesario señalar que la
mayoría de las acciones convocadas por la Campaña Nacional por el Derecho al
Aborto Legal, Seguro y Gratutio tuvieron un carácter
federal y que, en numerosas ocasiones, implicaron para el activismo local
movilizarse a Capital Federal.
[XVIII]Se le
llama marea verde en referencia con la utilización del pañuelo de ese color en
Argentina y en otros países del mundo para simbolizar la lucha por el aborto
legal, el acceso a anticonceptivos y a la educación sexual.
[XIX]Cintia Saavedra era una
joven de 22 años que fue hallada muerta en las vías del tren en la ciudad de La
Plata y, hasta 2015, en la causa penal se presumía un suicidio. Cintia se había
ido de la casa en la que vivía con quien entonces era su pareja un día antes de
desaparecer. El diario El Día le
dedicó diez noticias donde destacan que se realizaron siete marchas en
aproximadamente un mes (el 4 de noviembre en el barrio de Tolosa donde vivía
Cintia -desde 17 y 528 hasta la comisaría de 14 y 528-, los días 17, 23 y 30 de
noviembre en la Unidad Funcional de Juicio n°6 (UFIJ) - en 7 56 y 57-, el 4 y 7
de diciembre - en la misma dirección- y una última marcha sin fecha ni
recorrido). En las fotos que acompañan las noticias pueden verse banderas de
las organizaciones Las Rojas y Pan y Rosas y, en una de las fotos, gomas
quemándose en la esquina de 7 y 56.
[XX]L.M.R (siglas usadas para
resguardar su identidad), era, en ese entonces, una joven de 20 años cuya edad
mental no superaba los 10. Fue violada y embarazada por un familiar. Su madre
solicitó la interrupción del embarazo en el Hospital de Guernica. A pesar de
enmarcarse en los abortos no punibles por ley, el hospital se negó a
garantizarlo y la derivaron al Hospital San Martín de La Plata por ser cabecera
de la provincia. La jueza Inés Siro exigió la interrupción de todos los
procedimientos médicos basándose en información robada de la causa penal por
abuso sexual hacia L.M.R. A pesar de las dilaciones que suelen acompañar la
judicialización de los abortos, la joven pudo abortar en una clínica privada
acompañada por el activismo local. El 28 de agosto de 2006 la Campaña Nacional
por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito realizó una acción federal
movilizando hacia los Ministerios de Salud de las distintas provincias (y de la
Capital Federal). En La Plata, “las manifestantes de pañuelos verdes estuvieron
acompañadas por la adolescente L.M.R., su madre Vicenta y su hermana Verónica”
(A reglamentar el aborto no punible, Página 12, 29/08/2006).
[XXI]Adriana Rodriguez
fue asesinada en 2002. A raíz del acercamiento de su pareja a las militantes de
la Casa de la Mujer Azucena Villaflor, éstas realizaron un acompañamiento a sus
familiares y ciertas acciones exigiendo el esclarecimiento del femicidio.
[XXII] “Mujeres en acción”, El Día, 09/03/2001. Página 15. No
disponible online.
[XXIII] “Platenses dijeron no a la
violencia contra mujeres”, El Día,
26/11/2003 Disponible en https://www.eldia.com/nota/2004-11-26-las-platenses-le-dijeron-no-a-la-violencia
[XXIV]Según
varios testimonios (María Laura Bretal, Yamila
Balbuena, Luciana Guerra), este tipo de acciones se había dado con anterioridad
en el caso de los femicidios de Cecilia y Adriana Barreda, Elena Arreche y
Gladys McDonald cometidos por Ricardo Barreda en 1992. El domicilio donde
vivían también fue un punto relevante para las manifestaciones locales durante
los primeros años de mí período de análisis.
[XXV]Las
Primaveras Lésbicas fueron eventos culturales realizados en distintos puntos de
la ciudad para visibilizar y celebrar las existencias lésbicas. Según Agustina Sarati (2019), en 2009 fueron las primeras Primaveras de
las que se encuentra registro aunque se venían realizando desde 2007.
Encontramos registros de estos eventos hasta septiembre de 2015.
[XXVI]Durante
el mes de noviembre de 2008 activistas de Malas como las Arañas realizaron una
“gran besada” en el marco de la feria del libro católico que se realizó en el
Pasaje Dardo Rocha (“La Plata - Escrache a la feria del libro catolico”, Indymedia,
29/11/2008). Disponible en
https://archivo.argentina.indymedia.org/print.php?id=641234
[XXVII]Victoria
Bértora tenía 22 años cuando fue asesinada por su ex
pareja en 2011 a quien ya había denunciado por violencia de género en dos
oportunidades. Dos años después se inició el juicio penal que condenó a
Leonardo Flores a prisión perpetua. Las movilizaciones a raíz de su femicidio
fueron convocadas en conjunto con la familia de Mariana Condorí
el 14/05/2012 y con la Multisectorial contra la violencia de género también
conformada por familiares de mujeres y niñas asesinadas en el caso del
07/06/2012.
[XXVIII]Mariana
Condorí tenía 20 años cuando fue hallada ahorcada en
la casa que compartía con su entonces pareja, Gabriel Maldonado. Murió un día
antes de la cita a la mediación dictada por el juez Marcelo Romero ante la
denuncia por violencia de género que Mariana había hecho contra su pareja. Las
mediaciones ante denuncias por violencias de género ya estaban prohibidas tanto
por la Ley nacional 26.485 como por la Ley provincial 12.569. Durante gran
parte del proceso penal se presumió que Mariana se suicidio. Maldonado fue
condenado por lesiones leves y robos, condena que cumplió parcialmente y,
estando en libertad, baleó en 2014 la casa de la madre de Mariana, razón por la
cual llegó nuevamente a juicio en 2016. Familiares de Mariana Condorí formaron parte de la Multisectorial contra la
violencia de género mencionada en la nota anterior.
[XXIX]Marisol
Gunther tenía 19 años cuando fue hallada ahorcada sin
vida. La familia sospechó de su entonces pareja que violentaba físicamente a
Marisol. El acusado, actualmente trabaja como policía.
[XXX]El 26 de noviembre de 2011 asesinaron a
Bárbara Santos, Susana Bártoli, Micaela Galle Santos
y Marisol Pereyra. Por el crimen condena a Javier Quiroga, un hombre que había
estado trabajando en el hogar, a prisión perpetua. Absolvieron a Osvaldo
Martínez, pareja de Bárbara Santos, sospechoso de participar en el crimen. Familiares
de las víctimas formaron parte de la Multisectorial contra la violencia de
género desde su inicio. Lorena Galle, tía de Micaela y Daniel Galle, su padre han sido mencionados por otras madres de jóvenes
víctimas de femicidio como quienes les han acompañado tanto afectivamente como
en los derroteros judiciales de las causas penales. Por ejemplo, Lorena Galle
puede verse en cabeceras de movilizaciones junto a Marta Ramallo, madre de Johana
Ramallo (27/08/2018) y junto a la madre de Lucía Ríos Muller
(27/09/2016).
[XXXI]Carolina La Moma Abad tenía 36 años cuando
fue asesinada en 2011. Según una testigo de identidad reservada, la Moma fue
vista por última vez en su domicilio con dos clientes. Dos años después, los
detuvieron como sospechosos del crimen. Uno de ellos quedó en libertad y murió
antes que se realice el juicio y otro fue absuelto en 2018 en un proceso penal
cargado de irregularidades. Puede consultarse una crónica del juicio en https://www.pagina12.com.ar/124591-a-la-moma-la-mataron-por-travesti
[XXXII]De
hecho, desde la sanción de la Patria Potestad compartida en 1985 las disputas
por un marco legal con que ampliara los derechos de las mujeres y las
disidencias sexuales y de género fue ganando terreno en Argentina en general y
en la Provincia de Buenos Aires en particular. La Ley de Cupos en los Partidos
Políticos (1997), la ley de Violencia Familiar (2000), del Programa de Salud
Reproductiva y Procreación Responsable de la provincia de Buenos Aires (2003),
el primer Protocolo
de Acceso a Abortos No Punibles (2006), la ley 26.485 de Protección Integral a
las mujeres (2009), la sanción del Matrimonio Igualitario (2010) y la Ley de
Identidad de género (2012).
[XXXIII]El
fallo de la justicia tucumana dejó libres a los trece implicados en la
desaparición de María de los Ángeles Verón ocurrida en 2002.
[XXXIV]Johanna
Ramallo tenía 23 años cuando fue vista por última vez el 26 de julio de 2017.
Inmediatamente su madre Marta Ramallo, acompañada de su familia y
organizaciones feministas de la ciudad se manifestaron para exigir su aparición
con vida. Los restos mutilados de su cuerpo fueron hallados en 2018 aunque no
se supo su identidad hasta 2019. A raíz de su femicidio, fueron procesadas por
explotación sexual de mujeres y comercialización de drogas nueve personas
aunque hasta hoy no se conoce quién fue autor material del femicidio.
[XXXV]Lucia
Ríos Muller tenía 16 años en 2016 cuando su ex novio,
Gustavo Arzamendia de 28 años, la asesinó. Ese día
estudiantes secundarios realizaron la marcha anual en memoria de la noche de
los lápices y estudiantes del Liceo Víctor Mercante al que concurría Lucía
contaron lo sucedido desde el escenario y convocaron a una futura manifestación.
Con el correr de las semanas realizaron actividades en memoria de Lucía y de
sensibilización de las violencias hacia las mujeres en la escuela y también la
comunidad educativa se hizo presente en las manifestaciones siguiendo el pulso
de la causa penal. Arzamendia fue condenado a prisión
perpetua bajo la carátula de homicidio calificado, triplemente agravado por uso
del arma de fuego, por el vínculo y por tratarse de un femicidio.
[XXXVI]Rut
Ávila Zambrana estuvo desaparecida durante un mes y fue hallada ilesa.
[XXXVII]Emilia
Uscamayta Curi murió
ahogada en una fiesta clandestina el 1° de enero de 2016.
[XXXVIII]Shirley
Bombón fue una trava sudaca que protagonizó el primer matrimonio trans lésbico
de la ciudad en 2010. Puede consultarse una reconstrucción de la historia de
Shirley a través de las fotografías tomadas por su amiga Lariza Hatrick y analizadas por Ariel Martinez
(2021).
[XXXIX]Con
36 años de edad, Angie Velázquez había sido detenida en febrero de 2017. A
pesar de su delicado estado de salud, había vivido varios traslados entre
unidades penitenciarias y comisarías. Pamela Mancebo Panduro nació en Panamá y
murió privada de su libertad. En 2013 la organización OTRANS organizó la
primera edición del Miss Latinoamérica Trans, en el cual Pamela ganó el premio
a mejor traje típico. Este certamen fue una acción enmarcada en la semana del
orgullo TLGBIQ y tenía por objeto “luchar contra todo tipo de discriminación
por orientación sexual e identidad de género”. En el certamen los principales
premios se otorgaban según los argumentos de defensa de los dd.hh que presentaban las participantes. (OTRANS,
21/11/2013)
[XL]Natalia
Mellmann tenía 14 años cuando fue asesinada en
febrero de 2001. Estuvo desaparecida durante cuatro días. Fue raptada, violada
y asesinada por efectivos de la policía bonaerense. Cuando apareció su cuerpo y
ante las sospechas de participación de policías en el crimen, la comisaría de
Miramar fue apedreada hasta casi desaparecer.
En 2002, fueron condenados tres de los cinco sospechosos del crímen.
[XLI]Lucía
Pérez Montero fue asesinada el 9 de octubre de 2016. Su cuerpo sin vida fue
llevado a una sala de primeros auxilios en la Playa Serena de Mar del Plata por
dos o tres hombres (según los distintos testimonios). En repudio se realizó el
primer Paro Nacional de Mujeres en Argentina el 19 de octubre de 2016. Matías
Gabriel Farías, de 23 años en 2016, Alejandro Alberto Maciel de 61 años en 2019
y Juan Pablo Offidani de 41 años en 2016 fueron
acusados de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado
por ser cometido en perjuicio de una menor de edad y abuso sexual agravado por
el consumo de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio
con encubrimiento agravado por la gravedad del hecho precedente. El 26 de
noviembre de 2018 el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata con el
voto unánime de los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, absolvió a los tres acusados por el delito de
violación seguida de muerte y condenó a ocho años de prisión a dos de ellos por
el delito de tenencia de drogas con fines de comercialización agravado por ser
en perjuicio de menores. El 7 de febrero de 2023, se inició el segundo juicio
en el Tribunal Oral en los Criminal 2 (TOC 2) de Mar del Plata. Alejandro
Maciel falleció en 2020 por lo que no fue juzgado nuevamente. El 23 de marzo de
2023 el tribunal condenó a los acusados. Farías fue condenado a prisión
perpetua como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado
por el suministro de estupefacientes y por resultar la muerte de la persona en
concurso ideal con femicidio, mientras que Offidani
fue condenado a 8 años, como partícipe secundario por el delito de abuso sexual
con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes.
[XLII]Micaela
García tenía 21 años en abril de 2017 cuando fue asesinada en la ciudad de
Gualeguay (Entre Ríos). El crimen llevó a la creación y sanción de la llamada
"Ley Micaela", en diciembre de 2018. La ley establece la capacitación
obligatoria con perspectiva de género en temáticas vinculadas con las
violencias hacia las mujeres para todas las personas trabajadoras del Estado en
sus distintos niveles.
[XLIII]María Emma Córdoba tenía 26 años cuando
fue violada y asesinada por Ariel Osvaldo Báez.
La primera manifestación en respuesta al femicidio fue
convocada por el Centro de Estudiantes de Medicina, la Federación Universitaria
y tuvo el apoyo de la UNLP. En 2017 dictaron la prisión preventiva para Ariel
Osvaldo Báez, acusado del crimen.
[XLIV]Algunas investigaciones marcan su inicio
en la Marcha de las Putas de 2011 en Canadá (Chamberlain, 2017) y otras en el
“Ni Una Menos” originado en Argentina (Rovetto, 2019;
Orellana Rueda, 2020; Pose, 2020; Varela, 2021).
[XLV]El Cuadro II no puede ser leído como una
representación sistemática del nivel de participación ya que sólo involucra las
acciones sobre las cuales los portales de noticias publicaron la cantidad de
participantes. Excluye las manifestaciones realizadas en el marco de los
Encuentros de 2001 y 2019 porque el nivel de participación (15.000 para el 2001
y 500.000 para el 2019) distorsionaría el gráfico.