D’ ANTONIO, Débora y PITA, Valeria (Dir.) (2023) Nueva
historia de las Mujeres en la Argentina, Tomo III, Buenos Aires, Prometeo
Ediciones, pp. 321.
“Has recorrido un largo camino muchacha” rezaba el eslogan
de una popular publicidad argentina de los años setenta. Décadas más tarde, ese
lema puede ser revisado y resignificado para expresar el sinuoso y arduo camino
transitado por las mujeres en la búsqueda de un lugar propio en las Ciencias Sociales.
Lo que aparece enunciado en el pronombre singular requiere un desplazamiento y
reemplazo por el plural. No ha sido una sola, sino muchas, en distintos tiempos
y latitudes, las que lo han desandado y bordeado. “Han recorrido un largo
camino muchachas”. Pero el viaje continúa.
En esta dirección, el lanzamiento de la colección Nueva
Historia de las Mujeres en la Argentina nos invita a reflexionar sobre las
rutas, los mapas y las brújulas involucradas en la construcción de las mujeres
como objeto de conocimiento. Las protagonistas de estas historias son
personajes singulares, cotidianos, a veces anónimos, anclados en tramas de
acción colectiva. Su presencia, actuación, ideas y batallas, constituyen el
foco de la colección.
Dirigida por las historiadoras Débora D’Antonio y Valeria
Pita, se divide en cuatro tomos. Mientras que los dos primeros abarcan el
período tardo colonial y el siglo XIX, los dos siguientes cubren el siglo XX. Estas
diferentes periodicidades se entrelazan para capturar destellos de cambios, continuidades
y contextos que signaron la existencia de las mujeres.
El título escogido retoma y reactualiza aquella obra
colectiva homónima editada en el año 2000 denominada Historia de las Mujeres
en Argentina. Ambas producciones revelan trazos y preocupaciones de una
coyuntura sociopolítica particular. Este lapso de veinte años abona una
evaluación retrospectiva sobre la configuración de una agenda historiográfica (Pita,
2020).
El camino y el compromiso político de la Historia de las
Mujeres se ha ido ensanchando en las últimas décadas. La publicación coincide con
la celebración de un nuevo aniversario del regreso a la democracia. Con ello,
la modificación en las relaciones entre pasado y presente. Por caso, el
surgimiento de nuevas líneas de investigación, como la Historia Reciente y el
rol de las mujeres en el ámbito político, social y cultural antes, durante y
después la última dictadura militar (1976-1983).
¿En qué medida la colección es nueva? Consideramos que
existen tres aportes distintivos. En primer lugar, la conversación
interdisciplinaria, actualización conceptual y amplitud documental. Esta tríada
nutre estudios que, lejos de asumir una escritura de cariz narrativo, proponen
prismas analíticos más complejos respecto de las trayectorias de las mujeres.
Tópicos clásicos de la Historia social, como el trabajo, y la Historia
Política, como el sufragio y la participación política, adquieren enfoques
renovados al tiempo que aparecen nuevas temáticas. Así, las variables de clase
y raza y el trabajo con registros documentales de distinta naturaleza -fotografías,
testimonios orales, cartas, afiches, documentos judiciales, prensa gráfica,
música- propician abordajes situados que se valen de herramientas conceptuales
provenientes de distintas disciplinas.
En segundo lugar, la cartografía federal e intergeneracional
en los perfiles y las trayectorias de sus autoras. La diversidad temática y la
conversación interdisciplinar anteriormente esbozadas son resultado, en parte,
de investigaciones ubicadas en distintos puntos geográficos de Argentina. El
foco no está emplazado en Buenos Aires, sino en miradas desde diferentes
escalas geográficas. El resultado es un mosaico de interpretaciones y abordajes
tributarios de dinámicas locales, pero inscritas en fenómenos y tendencias más
generales.
Tercero, su intención divulgativa. Lejos de asumirse como
una obra divorciada de su contexto, sus directoras y autoras/es sostienen que
existe un interés creciente por temas vinculados con los feminismos y las
mujeres. Se busca conciliar lenguajes y modos de transmitir la experiencia del
conocimiento científico para audiencias que rebasen el ámbito académico. Sin
que la escritura historiográfica pierda rigurosidad, ella gana solvencia y mayor
expresividad respecto de cómo presentar la evidencia empírica, los conceptos y
las referencias bibliográficas.
El tomo aquí reseñado se compone de trece capítulos. Sus
temporalidades se enhebran como resultado de distintos objetos, preguntas y
dinámicas históricas. Esto colabora a que el lector/la lectora lea cada uno de
manera independiente, entendiendo que funcionan como puerta de entrada a un
fragmento de historia, complementario a los restantes.
El tomo se inaugura con un trabajo dedicado a las
conmemoraciones fúnebres de Eva Duarte de Perón en Tucumán. Con su muerte en
1952, la historiadora Lucía Santos Lepera reconstruye un conjunto de prácticas realizadas
por las mujeres tucumanas para despedir y rememorar la figura de Eva. Aunque
muchas de ellas estuvieron ligadas al Partido Peronista Femenino, la muerte se
convirtió en una arena social, política y cultural para crear, significar y compartir
emociones, transformando el llanto, el dolor y la congoja en poderosos vehículos
para afirmar y erigir las identidades políticas.
El segundo capítulo nos traslada a las primeras décadas del
siglo XX del entonces Territorio Nacional de La Pampa para conocer las
jerarquías, disputas y negociaciones que las mujeres rurales enfrentaron por la
tenencia de la tierra. Selva Olmos se detiene en la trayectoria de dos
familias, particularmente en las viudas e hijas de propietarios y agricultores,
luego de que los varones fallecen y el patrimonio debe dividirse y heredarse. Justina
y Juliana enfrentaron y se valieron de los sentidos normativos, las costumbres
y las transformaciones para gestionar, disputar y proteger los bienes de su
familia y sostener un rol preponderante en los negocios, la familia y la vida
cotidiana en la ciudad.
Esas exclusiones y estrategias resuenan en las indagaciones
alrededor de las vidas de un grupo de mujeres afrodescendientes en Buenos
Aires. Lea Geler, Carmen Yannone y Alejandra Egido reconstruyen los infortunios
y las redes de cooperación creadas por Clara y un puñado de familias
afrodescendientes ante el desalojo y el traslado a asentamientos precarios
entre los años cuarenta y setenta. Durante esas décadas, el parentesco, la
solidaridad y el candombe convivieron para sostener y crear lazos comunitarios y
articular sentidos de pertenencia. Aunque las condiciones fueran hostiles, las
autoras sostienen que esa supervivencia refuta la interpretación sobre la
desaparición de lo afro en Argentina.
Si la música ocupaba un lugar destacado en las familias y
comunidades afrodescendientes, la ampliación en el acceso a la cámara
fotográfica creó sentidos y márgenes de autonomía para las mujeres. Andrea
Torricella recoge y ensambla los registros fotográficos preservados por Myriam,
una joven nacida al este de la Provincia de Buenos Aires. Valiéndose de los
mismos, Torricella sugiere que el consumo y el uso cotidiano de la cámara
resquebrajó convenciones sociales y culturales en torno a lo femenino. El álbum
visual y el testimonio oral de Myriam son canales privilegiados para
reflexionar sobre la representación de los cuerpos y las prácticas de
liberación de las mujeres en la segunda mitad del siglo XX.
Aunque el mundo de la política se ha concebido como masculino,
la historiadora Adriana Valobra demuestra de qué manera la lucha y la conquista
por el sufragio femenino en 1947 buscaron quebrar y crear nuevas lógicas
institucionales y normativas respecto de los derechos políticos de las mujeres.
Las sospechas y las resistencias de los legisladores varones signaron, pero no
determinaron, los esfuerzos de las diputadas por proponer y legislar en favor
de la participación femenina en el espacio público a lo largo de los años
cincuenta y sesenta.
La preeminencia masculina no fue exclusiva de la política.
Otros ámbitos, como el de la música, recreaban dicha lógica. El género cuarteto,
originario de la provincia de Córdoba, habilitó con reparos la actuación
artística femenina como cantantes y músicas. El antropólogo Gustavo Blázquez
indaga la presencia de las mujeres en la creación y difusión del cuarteto
a partir de los años cuarenta. En particular, la figura de Leonor Marzano sobresalió
en los ambientes bailables por su talento como tecladista de la banda fundadora
de aquel género musical. El autor sostiene que su éxito y perdurabilidad
durante varias décadas obedeció a los lazos de parentesco que forjaba la banda,
posicionando a Marzano como personaje principal del circuito comercial y
bailable de Córdoba.
A varios kilómetros de distancia, las fiestas, el baile y la
música formaron parte del diagnóstico de “decadencia moral” que funcionarios
estatales y organizaciones católicas compartieron en los años sesenta. Buenos
Aires se vislumbraba como escenario de cambios políticos y sociales
protagonizados por grupos juveniles de distintas edades y extracción
partidaria. Esa efervescencia fue leía como síntoma de infiltración comunista.
El capítulo a cargo de Valeria Manzano aborda de qué manera la figura del
“enemigo interno” funcionó como metáfora para denunciar, socavar y delimitar iniciativas
que contrariaran las convenciones y las normas sociales ligadas a la familia,
la educación y los roles de género.
Los balnearios no sólo funcionaron como locaciones
fotográficas, sino como espacios en los que confluyeron recreación, trabajo y
jerarquías de género. A mediados del siglo pasado, Mar del Plata era uno de los
destinos turísticos más visitados durante la temporada de verano. Su
popularidad trajo aparejados cambios en la actividad económica de la ciudad,
principalmente ligados a los servicios de hotelería y gastronomía. El trabajo
de Débora Garazi analiza distintas experiencias de trabajo y sentidos sobre el dinero
para demostrar que la estacionalidad favoreció la inserción de las mujeres a un
mercado laboral organizado a partir de una división de tareas de acuerdo al
género.
La condena y persecución moral impulsada por distintos
sectores sociales se articuló con las acciones destinadas a sofocar la
resistencia de las agrupaciones estudiantiles. Sobre finales de los años
sesenta, la investigadora Isabella Cosse sitúa un puñado de fotos que registran
las revueltas juveniles y estudiantiles en la ciudad de Tucumán en el marco del
gobierno de facto de Juan Carlos Onganía. El capítulo sostiene que la
permanencia y la agudización de la escala represiva tuvo su correlato en el
desarrollo de una visualidad fotográfica, un canon que desestabiliza el rasero
masculino de la protesta y, por el contrario, pone de manifiesto la centralidad
de la presencia femenina en las protestas y manifestaciones.
La álgida situación que envuelve a Tucumán también se extiende
a otras provincias y ciudades. Esta vez, el escenario no es ni la calle ni la
universidad. Corría 1971 y los sistemas de control penitenciarios para mujeres
estaban a cargo de congregaciones religiosas. La historiadora Débora D’Antonio
estudia cómo dos fugas carcelarias organizadas y concretadas por presas
políticas obligaron a modificar la política de seguridad interna de Argentina.
Los episodios, ocurridos en Córdoba y Buenos Aires, expusieron su
vulnerabilidad y revelaron las distintas redes y prácticas de resistencia,
acción y solidaridad femenina ante la dictadura militar.
En 1975, otra fuga similar ocurre en el penitenciario en
Córdoba capital. Por entonces, la ciudad funcionaba como uno de los polos
fabriles y sindicales más importantes del país. Para Ana Noguera, este hecho es
el puntapié para reconstruir la actividad militante de un grupo de mujeres
vinculadas al grupo guerrillero ERP-PRT. El capítulo analiza la agrupación Frente de Mujeres y las acciones
emprendidas para difundir, convocar y fortalecer la representación femenina en
las organizaciones políticas y armadas.
El siguiente capítulo, a cargo de Laura Rodríguez Agüero y
María Florencia Linardelli, se detiene en las condiciones de trabajo y vida
familiar de la cosecha vitivinícola en Mendoza. Las autoras analizan y
describen las desigualdades entre varones y mujeres en los procesos
productivos, señalando a la vez la importancia y la exclusión que las labores
femeninas supusieron en el sostenimiento cotidiano del hogar y del trabajo
agrario. De este modo, demuestran la consustancialidad entre la dimensión
productiva y reproductiva de la organización familiar y las prácticas del
trabajo.
La obra concluye con las intervenciones sindicales
realizadas por las delegadas mujeres en el Astillero Santiago de Ensenada a
mediados de los años setenta. Aunque con una fuerza laboral predominantemente
masculina, la incipiente participación femenina despuntó como resultado de un
espacio de trabajo marcado por la calificación y el oficio. Ivonne Barragán ahonda
en las trayectorias de un conjunto de representantes y trabajadoras cuyas vidas
discurrieron a caballo de la organización sindical y la fábrica.
En virtud de la síntesis de cada una de las contribuciones,
podemos plantear que la publicación de la colección y de este tomo en
particular, transmite un panorama fértil en el campo de la historia de las mujeres
en nuestro país. En contra de cualquier pronóstico desalentador por longevidad
histórica, esta área de estudio pareciera multiplicarse por cada año que transcurre
desde su aparición. Su desarrollo y fecundidad reposan en abordajes teórico
metodológicos sensibles y solventes respecto de las condiciones que signaron la
vida y las formas de ser “mujer” a lo largo del tiempo.
Para concluir, el mérito de la Colección radica en
sintonizar con las sensibilidades de un contexto social y político actual en
torno a las mujeres bajo el formato de tomos, posicionándolas como insumos y
estímulos para la producción académica en perspectiva histórica. De este modo,
la promesa fundacional del campo de la historia de las mujeres se mantiene viva,
actualizada y legada en distintas cohortes de investigadoras.
Referencias
Bibliográficas
BILLOROU, M. J. & CALDO, P. (2019). Fuentes y archivos para una
historia con/de mujeres en perspectiva de género. En C. Salomón Tarquini., S. FERNÁNDEZ.,
M. A. LANZILLOTTA, y P. LAGUARDA (Ed.). El hilo de Ariadna. Propuestas
metodológicas para la investigación histórica. Buenos Aires: Prometeo,
201-208.
DUBY, G. & PERROT, M. (1991). Historia de las Mujeres en Occidente. Taurus: Madrid.
PITA,
Valeria (2020). Mirando hacia atrás…La colección de Historia de las Mujeres en
Argentina: una aventura colectiva a finales del siglo XX. Revista Estudios
de Filosofía e Historia de las Ideas (22), 1-9.
Ailin Basilio Fabris*
* Instituto de Investigaciones en Humanidades y
Ciencias Sociales-Centro Interdisciplinario de Investigaciones en
Género-Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación-Universidad Nacional
de La Plata-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas